Este Albacete es ilegal (1-0)

Escrito por: Hugo Piña

miércoles, 16.12.2020

Derrota del Albacete en el Nuevo Arcángel de Córdoba. Eliminados a las primeras de cambio por un Segunda B y otra derrota a la mochila de un equipo muerto que ni tan siquiera da espasmos. De lo relevante del encuentro, resaltar otra vez lo penoso del rendimiento general de este vestuario, las ganas de Nahuel por banda izquierda en la primera parte y un zapatazo de Vargas (canterano onubense del filial) que escupió la madera cordobesa en las postrimerías.

Con pocas sorpresas salvo la inclusión de Emiliano Gómez en ataque. El joven delantero uruguayo tuvo su oportunidad en el Nuevo Arcángel de inicio de la mano de un Alejandro Menéndez que en la tarde de este miércoles copero dirigía su segundo partido con los manchegos. Junto a Gómez, la otra -esperada- novedad fue bajo palos con Bernabé Barragan. El guardameta, que llegó el pasado mes de agosto procedente del Nastic de Tarragona, debutaba con la elástica albacetista. Y del resto de formación, pocas o ninguna novedad, con un dibujo 4-2-3-1 en el que Manu Fuster sería el encargado de trasladar las ilusiones en ocasiones.

El choque comenzó en el Arcángel con un Córdoba que sabía de la problemática del rival. Fuertes de inicio y Piovaccari que avisó a los pocos minutos con una internada y posterior disparo al larguero. El Alba, en su línea defensiva pese a que Gorosito y Boyomo completaron una primera parte decente. Algunos nervios en balones aislados pero aceptable primera mitad para la zaga manchega en la que Carlos Isaac volvió a ser de lo más destacado a nivel ofensivo.

El Alba respondió entre titubeos tácticos. Manu Fuster tuvo la primera y única gran ocasión manchega en los cuarenta y cinco primeros minutos. Sin embargo, la falta de confianza y definición volvieron a presentarse con un Fuster que de tener ‘veneno’ en la cabeza y pies sería el futbolista que necesita el equipo en estos momentos de profunda depresión. Pero el valenciano también parece alicaído y se le nota a leguas.

Y poco más, a decir verdad. Bien agrupados los blancos con Eddy Silvestre y Karim, y sin apenas trabajo, los de Menéndez intentaban trasladar su tranquilidad a un buen juego en campo rival. Pero eso es como pedirle peras al olmo, y contra un rival de categoría inferior, el Alba no daba visos de eso precisamente, de ser superior, de generar peligro en cancha rival y mucho menos de plantarse ante el guardameta del Córdoba.

SEGUNDA PARTE

La segunda parte comenzó con el mismo guión de partido entre cordobeses y albaceteños. No parecían querer forzar la máquina ni Pablo Alfaro ni Alejandro Menéndez a sabiendas de la relevancia del choque en el Arcángel.

Nahuel Arroyo y la banda izquierda fueron de lo más activo en la tarde de hoy en Córdoba. En la derecha, Jiménez, que volvía a casa, no estuvo fino y sí desacertado. Probablemente el califa sabría de la relevancia de la Copa y de la ‘realidad’ del Alba, que no pasa por este torneo y sí por recuperarse física y mentalmente de la penosa situación en liga.

Superada la media hora, Boyomo introducía el balón en su propia portería tras un disparo de Samu Delgado. Un canterano del Alba disparándole en el pie a su equipo de toda la vida. Y es que estaba claro que cuando las cosas van mal, todo siempre puede ir a peor. El Alba perdía momentáneamente con un rival de Segunda B y en los compases posteriores se notaba, pues no había respuesta alguna. Ni tan siquiera Menéndez reaccionaba y tenía que esperar más de 10 minutos para introducir cambios. Vargas, Ortuño y Liberto entraron en el verde para intentar darle reacción a un equipo muerto. Repetimos que el Córdoba es de Segunda B. Tremendo.

Y que no era la tarde del Alba quedó claro tras varios fallos garrafales de Edu Frías, portero del Córdoba. Ni Ortuño ni tampoco Boyomo instantes posteriores fueron capaces de perforar la meta rival. Este Alba está muerto y la realidad es esa, la quieran o no ver los propietarios del Albacete Balompié. Se hacen necesarios cambios, y no cambios ligeros sino estructurales que reviertan una tendencia que ahora mismo pisotea los 80 años de historia del Club. Y a todo esto, el Córdoba y Pablo Alfaro guardaban líneas en pos de agotar cuanto antes un partido en el que al menos mostraban más energías de querer llevárselo. Menéndez tiene trabajo y Toni Cruz no debería dormir del enorme volumen de curro que tiene ante sí. Esto solo podrá solucionarse con un cambio cuasi completo de vestuario en el mercado de enero. Lo menos malo de la Copa será que los manchegos se pueden centrar en lo verdaderamente importante, laliga.