Necesito un cuévano lleno de marcapasos (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 25.01.2021

La rabia que se llevaron puesta los maños del Real Zaragoza, no fue debida al presunto desastre arbitral, ni mucho menos, la indignación fue por culpa de los pertinaces postes que los dejaron con la clásica cara de tonto que se nos queda cuando perdemos. Si hubiesen hecho blanco, nadie hablaría de penaltis, ni de VARes, ni de gaitas aragonesas; la suerte que tantas veces nos ha dejado en cueros, esta vez se vistió con sus mejores galas, para regalar a nuestro Alba unos puntos salvíficos. Influye en su berrinche, que no es la primera vez que nos dan un baño y les mojamos la oreja. Eso, también duele mucho. Pretender que al Alba le favorecen los árbitros, es puro desconocimiento e impotencia.

Ciertamente la victoria se consiguió, más bien por lo criminal que por lo civil, las formas son las que son, no pidamos la luna. Nuestro estado, que es menos gravísimo y desesperado que hace cuatro partidos, sin embargo sigue siendo gravísimo y desesperado. Así pues, toca sacar los partidos «como sea», sumar y arañar puntos, de tres en tres o de uno en uno ¿qué más nos da?. Patadón, tentetieso y a rezar, no hay tiempo para florituras.

Alejandro Menéndez, le ha cogido el aire al equipo, a la clasificación y a los rivales, hasta ahora su paso por el Belmonte está siendo de matrícula de honor. Debemos maliciarnos, que el disgusto de Córdoba, fue provocado adrede y nos vino de perlas. A lo mejor, Menéndez, lo tiene todo científicamente calculado. El caso es que la racha, desconocida por estos pagos, que llevamos, bien vale una sonrisa y un descanso, porque tras el correcalles contra el Zaragoza, nos hemos quedado desfondados.

Ahora toca recuperar la nevada madrileña y volver a Santo Domingo a jugar contra otro rival directo, o sea, contra nosotros mismos. No debería mentar a la bicha, pero si ganamos, volveremos al punto de partida, mas si perdemos, pues nada, tocará seguir remando y poniendo velitas a todo el santoral.

Me voy a permitir, lo que para alguno que me lea, le parecerá una excrecencia dados mis nulos conocimientos médicos y científicos, pero me sigue pareciendo una ridiculez ver a los nuestros salir con mascarilla al césped, y a los suplentes en las gradas llevando tan preciada prenda ¿se supone que sirve para algo?.

Me dirán que estoy loco, que soy insolidario, irresponsable y cosas de parecido tenor, pero yo uso el bozal lo menos posible, también es cierto, que mi misantropía, hace el resto.

No entiendo como nadie se revela viendo, como estamos avizorando, la ruina económica y social que se nos viene encima.

Lamento el mitin, pero cada vez entiendo menos a mis congéneres. Y ellos a mí, supongo.

El caso es que estoy fundido, agotado, sigo con la boca seca y conmi mujer preocupadísima por mi salud, y la culpa no es del bicho ese que nos llegó, dizque, de China, sino por el Albacete Balompié de mis entretelas.

Ya pasé la Covid-19 dichosa y, dicen los análisis que estoy más fuerte que antes, pero viendo al Alba, no estoy seguro de salir más fuerte.