CRÓNICA | El Albacete vuelve al abismo (0-1)

Tercera derrota consecutiva del Albacete Balompié. Hoy frente al Sporting en un partido donde apenas pasó nada y donde los mismos y puntuales errores pasaron factura. El ‘efecto’ Menéndez se sigue diluyendo y la situación vuelve a recrudecerse con otro injustificable tropiezo donde pudo perder pero no con unas formas planas y apáticas.

No empezó mal el Albacete su partido ante el Real Sporting de Gijón en el Carlos Belmonte. Como ocurriera quince días antes frente al líder, los de Alejandro Menéndez pugnaban de tú a tú a un contendiente que era y se sabía mejor. No en vano, el Sporting juega por los play off de ascenso a Primera.

Con los habituales de Alejandro y contra un rival que se guarnecía con el Djuka el pichichi, el Albacete disputaba la pelota y el juego de tan forma que el único camino era ir hacia delante. A través de Jiménez y también de Peña los blancos canalizaban buena parte de su ataque con ocasiones puntuales. Incluso Dani Torres desde el ancla se atrevía, viendo a un equipo suelto y que no se arrugaba.

Pero esto es fútbol y el fútbol son dinámicas. Con un Albacete bien plantado y con los locales mejor plantados llegó el error de turno de la zaga. A balón parado y con fallos consecutivos de marca y de Fran García primero y de Boyomo después, el también defensa Babin cabeceaba ante la enorme pasividad defensiva manchega. Corría la media hora y el Alba flaqueaba una vez más ante un transatlántico; y claro… el rival (y más un Sporting) lo aprovecha.

A partir del gol poco o nada. Ni los locales que se veían golpeados una vez más por el rival ni los otros, que se habían encontrado con el gol a raíz de una ocasión puntual. Mismos fallos y déficit prolongado para un Albacete que fue de más a menos en los primeros cuarenta y cinco minutos contra un buen Sporting que marchaba a medio gas, y ya ganaba parcialmente.

La segunda parte fue un querer y no poder. Nunca el equipo blanco pudo ni tuvo oportunidad de igualar un partido plano por ambos contendientes y en el que la rigurosa expulsión de Boyomo en el 50′ condicionó las pocas esperanzas albacetistas en sumar esta tarde punto alguno.

Menéndez entendió que el choque para entonces necesitaba de un trivote en el centro del campo sin Gorosito. También Cedric u Ortuño saltaron al verde en pos de evitar lo que llevaba marchamo de -tercera- derrota consecutiva en la era Menéndez. El conocido ‘efecto’ del gijonés se diluye cual efecto Garai meses antes. Cierto es que lo rivales no ayudan pero al equipo le falta, y mucho. No hay banda izquierda, la defensa sigue fallando y en el área rival ni Alfredo ni Roman se muestran acertados. Mismos errores, misma situación