Yo creo que ya sí (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

martes, 04.05.2021

Las matemáticas las vamos a dejar definitivamente descansar, porque de poco sirve, recurrir a ellas, cuando todos estamos listos para ir al funeral.

El cuento se acabó, por supuesto, no comeremos perdices ni seremos felices, pero caso cerrado: el año que viene jugaremos en el sótano.

Imagino que en los próximos días, la propiedad dará instrucciones o pautas de lo que nos espera. Claro que también puede ser, que sigan aferrándose a las matemáticas y nos tengan otra semana más esperando las migajas de una información, que tarda demasiado. La afición está intranquila, no tanto por el fracaso deportivo, algo que todos esperábamos desde el verano, aunque nos negábamos a decirlo en voz alta, sino por cuanto de bueno o de malo le queda por venir al Club.

El Albacete Balompié y sus gentes, merecen mimos, ya que no los hemos obtenido en el pasto, al menos sus ejecutivos, deberían velar por el bienestar anímico de una región maltratada por su institución deportiva más señera.

No quiero pensar en cómo estará la tesorería, ni en cómo se afrontará la temporada que viene, en una nueva categoría con todo lo que ello conlleva, aunque doctores tiene la Iglesia y en peores garitas hemos hecho guardia.

La tristeza del fracaso, no debe impedir que mantengamos la cabeza fría, y si los dueños no contribuyen a ello y siguen dando la espalda al público, sería tiempo de tomar las riendas para impulsar otros proyectos. No, no lanzo ninguna bravata, pero es en las duras donde se demuestra la categoría y salud de una institución. De entrada reconocer que las cosas se podrían haber hecho mejor y, a partir de ahí, empezar a poner pieza a pieza para tratar de reconstruir cuanto antes un desorden que, inevitablemente, se ha trasladado al terreno de juego.

Era complicado hacerlo mal arriba y que no trascendiese abajo, no sucede en ningún lugar ni en ningún otro ámbito de la vida. Las grandes cosas, suceden porque se hace con cordura todo y los estrepitosos fracasos, se suelen anunciar solos, cuando el caos se enseñorea de todo y de todos.

Terminemos con decencia el trámite final y procuremos que las deserciones en la afición no se hagan bola de nieve. Ochenta años, como dice el tango, a lo mejor no son nada, pero la historia reciente de Albacete y toda su zona de influencia, no se entiende sin el Albacete Balompié y así seguirá siendo. Si los de los altos cielos, siguen acobardados en tablas, a lo mejor es tiempo de que algunos arrojados den un paso al frente.

Yo sé de algunos irredentos, que seguiremos dando la cara por una de las niñas de nuestros ojos. Aunque sea lejos de los focos y el glamur…,

Siempre, Alba.