Buenas señales (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 18.10.2021

Sacar los partidos adelante está muy bien, pero yo sigo pensando que está mejor jugar con decoro al fútbol y en Sevilla, a ratos, se vio al Alba que todos anhelamos nos lleve a Segunda.

Este tipo de triunfos yo los achaco al entrenador. No es que los jugadores sean muñecos, que sirven a su dueño y señor, no, pero tal y como se dio el partido contra el Sevilla Atlético, me pareció que Rubén de la Barrera había aleccionado a los suyos a base de bien. Tenía estudiado al rival y, hubo fases en donde saboreamos lo que debe ser un equipo con aspiraciones, en una categoría tan endiablada, en sus dos grupos, como es la Primera RFEF.

La madurez que en otras jornadas hemos echado de menos, esta vez la disfrutamos de principio a fin. La posición que ocupan los rivales en la clasificación debe ser completamente anecdótica y no debemos darle mayor importancia, sea esta alta o baja. Los campeonatos, siempre se ha dicho, se ganan contra los rivales, digamos menores, pero eso sí, sin faltarles al respeto, porque te pintan la cara al menor descuido. Y si la semana anterior, nos llevamos un disgusto por el resultado, que no por el juego, ésta, De la Barrera, mentalizó a nuestra muchachada para evitar males mayores. Así es como se gestiona un grupo y unas sensaciones. Me quedo más tranquilo sabiendo que nuestro entrenador, controla la psicología de la categoría, de nuestro vestuario y a los rivales. Yerra y acierta, como es natural, pero creo que estudia lo suficiente como para intuir que cuando lleguen los exámenes, no necesitará chuletas.

De no haber ganado, habríamos generado las lógicas ansiedades, por lo que este tipo de partidos no son otra cosa que una pista americana para nuestros boinas verdes. Auténticas pruebas de fuego. Los nuestros dieron la talla, pero ya está; ahora toca olvidar y ponerse a pensar en el próximo contrincante.

No deja de resultar curioso que sólo tengamos por encima a los únicos rivales que nos han vencido. Más allá de la anécdota, refleja el hecho de que ya sí estamos empezando a creérnoslo, pero recuerdo a quien quiera escucharme, que todavía no hemos llegado al primer cuarto. Quedan todavía dos partidos para hacer un balance mínimamente objetivo, será cuando cumplamos las diez primeras jornadas. Si miramos la clasificación vemos que es la cuarta vez que dejamos nuestra hoja limpia, es la segunda salida victoriosa consecutiva y nuestros números, jornada a jornada, se van poniendo verdes y hermosos. Pero insisto, quedan dos jornadas para el primer análisis serio.

Espero que no me esté quedando un artículo lleno de optimismo, porque, como viene siendo norma en mí, lo primero que he mirado tras la victoria, ha sido la diferencia que nos separa con los puestos de descenso. Es buena señal que nos vayamos alejando, porque no hay que perder nunca el sentido de las prioridades y, hasta que no estemos comiéndonos los turrones, la primera obsesión es alejar los malos espíritus. En ello estamos.

Por cierto, impresionante el estadio Jesús Navas. Menuda progresión llevan los sevillistas en los últimos veinte años. Salvando todas las distancias que nos separan, el Sevilla FC es un buen ejemplo a seguir.