Aira regresará este viernes por primera vez al banquillo del Carlos Belmonte

Escrito por: Rafa Gil

martes, 22.03.2022

El técnico berciano fue el artífice del último ascenso al fútbol profesional. Aira, alabado por unos y criticado por otros, tuvo el mandato de José Miguel Garrido y de Víctor Moreno de hacer un Albacete campeón y cumplió. No era fácil la papeleta, en la temporada 2015-16 el conjunto manchego había descendido con estrépito a Segunda B con una plantilla que parecía mejor que en años anteriores. Los Pulido, Paredes, Miguel Núñez, Jona y compañía no pudieron evitar la catástrofe. En la dirección deportiva se hizo borrón y cuenta nueva, solo continuó Héctor Pizana y Adri Gómez de ese periplo en Segunda División, el resto todos nuevos. Aira tuvo que hacer funcionar un equipo con multitud de caras nuevas.

Siendo la cuarta plantilla con más valor de mercado, la primera si quitamos los filiales de Real Madrid, Real Sociedad y Athletic, el Albacete se forjó con una defensa muy sólida y con una delantera que tenía mucho olfato. Todo salía a pedir de boca. En el parón navideño, el equipo era líder muy sólido con 37 puntos, con una ventaja que 5 sobre el Toledo que era segundo. Anotó 32 goles, nadie se acercaba a esas cifras. Y era el conjunto que menos encajaba, solo 10 goles en contra. Aira llevaba camino el éxito. A partir de enero, el Alba tuvo que convivir con alguna pequeña crisis. Se recibían tantos con más facilidad. Aún así las sensaciones al final eran más o menos buenas, se era efectivo en las áreas aunque en el juego había alguna que otra duda. Algo que siempre lastró al entrenador castellano leonés. Al finalizar la fase regular, el Albacete se aseguró el primer puesto con 69 puntos, con 4 puntos de ventaja con el Toledo al cual había goleado de manera histórica en su feudo. 64 goles a favor, con Héctor Hernández y Aridane marcando diferencias con 20 y 16 dianas respectivamente. En los goles en contra se acabó con 36, era buena cifra pero no la mejor. El Logroñés que no se metió en play off acabó con 33, el Toledo con 34  y el Rayo Majadahonda con 35.

En la fase de ascenso hubo que sufrir una barbaridad. En la de campeones se cayó en un enfrentamiento muy igualado con el Lorca. En la segunda oportunidad, agónico y épico serían los mejores calificativos para describir el pase frente al Atlético Baleares donde el Albacete tuvo que acudir a la prórroga. Y ya en la definitiva, ganando en el partido de ida, el Alba superó al Valencia Mestalla. El bagaje de Aira en esa campaña era de 22 triunfos, 13 empates y 9 derrotas cosechadas.

El entrenador fue muy discutido aquel verano donde se produjo el cambio de propiedad. Llego Nico Rodríguez a la dirección deportiva y se tuvieron que hacer esfuerzos titánicos para hacer una plantilla que pudiera competir en Segunda División, con muchas dificultades para dar bajas y luego con problemas para traer fichajes contrastados teniendo ahora que lidiar con el limite salarial que impone la LFP. Aira se tuvo que comer el sapo de una plantilla que no llegó preparada al comienzo de liga en Segunda División, con un Zozulia que era el baluarte de ese equipo que aterrizó en el Belmonte el 8 de septiembre y con una nueva propiedad (Skyline) que no lo terminaba de ver claro. Tras 7 jornadas, Aira era destituido de manera fulminante después de una victoria, un empate y 5 derrotas.

En el Albacete siempre dejó la sensación de ser un entrenador muy trabajador. Se encerraba en la Ciudad Deportiva un montón de horas con su cuerpo técnico. A ciencia cierto, fue un entrenador ganador pero que no dejó impronta. Siempre se le achacó cierta frialdad con la prensa y no llegó a cuajar entre los aficionados. A pesar de ello, siempre estará ahí su temporada espléndida con el ascenso.

Tras su paso por La Mancha, tuvo un paso por lo banquillos por Croacia donde lo hizo bien. En Francia posteriormente no tuvo suerte siendo destituido después de 15 encuentros en el Sochaux en la Ligue 2. Volvió a Segunda B, a su tierra cogiendo las riendas de la Cultural Leonesa donde se quedó a las puertas del ascenso. Y la campaña pasada, fracasó de manera rotunda en el Marbella en un proyecto de altos vuelos.