No me gusta jugar contra el pasado (Opinión)

Se presenta la primera final de lo que resta de temporada. Tras ésta, sólo nos quedarán nueve, más allá del resultado que obtengamos, de aquí en adelante, todo serán finales. Esta que nos sale al paso, viene con sorpresa, llega con una notoria novedad en el banquillo visitante, al UCAM Murcia CF, no se le ha ocurrido otra cosa que contratar a un antiguo entrenador del Alba, justo para presentarlo en sociedad, precisamente contra nosotros. A mí estos encuentros intempestivos no terminan de gustarme, más o menos, es como cuando te encuentras a una antigua novia, que ya tenías medio olvidada y, por un capricho del destino te la encuentras a bocajarro.

Permítame, el paciente lector, esta metáfora, que no tiene ni pizca de gracia, pero el pasado, a veces, nos guarda amargas deudas. Hay veces que dichas fatalidades son hasta amables, pero no me parece que la mayoría se ajusten a ese guion. Más aún, teniendo en cuenta que José Manuel Aira, dejó -como la mayoría-, sensaciones agridulces, nos regaló un ascenso y fue cortésmente puesto de patitas en la calle, tras un comienzo aciago en Segunda. ¿Nos guardará rencor eterno? ¿Vendrá a cobrarse aquella destemplanza? El pasado es lo que tiene, que para unos lo es, pero otros lo llevan colgado del presente y te lo restriegan por la cara en la primera ocasión.

El caso es que, los murcianos, nos visitan con la soga al cuello y nosotros estamos pasando unas horas felices en la azotea del grupo. Creo que el juego desplegado por los universitarios, no se corresponde con su clasificación y sigo creyendo, que sus angustias tendrán un final feliz, o sea, que no descenderán. El partido del Belmonte, pues, es una final para ambos.

Sabemos que nos cuesta una barbaridad sacar adelante los partidos contra los de abajo, bueno, también contra los de arriba, pero lo cierto es que no cerramos ningún choque y, por consiguiente, sufrimos más de la cuenta. Cosa buena es que llevamos una más que aceptable racha defensiva, no encajamos y solemos clavar el aguijón en el momento oportuno, pero lo mejor, es que veo a nuestro Alba muy serio y tratando a los rivales, como si todos fuesen el mismísimo diablo -que lo son-, y eso, nos ha hecho infundir respeto a todo el mundo.

Imagino que nos espera un partido más táctico de lo habitual, con lo que me temo que no habrá muchos goles y sí, mucha psicología.

Sé de sobra que nuestro míster sabe del potencial de nuestro próximo rival, del mismo modo, que sabe del nuestro y de nuestra racha, que ya ha quedado claro, que es algo más que pura estadística.

Ya tendremos ocasión de ponderar el hecho de jugar en la noche del viernes, me malicio que, si ganamos, todos coincidiremos en que habrá sido un buen invento y si perdemos, lo contrario. También la jugada del Club, ofreciendo precios populares, viene a incidir en lo necesario que es ver nuestro estadio medio lleno.

Llegar arriba es sumamente difícil, pero mucho más complejo mantenerse. Nos enfrentamos, pues, al UCAM Murcia CF y, ¡ay!, a nuestros fantasmas.