Se nos rompió el cántaro (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 04.04.2022

Ya íbamos todos alborozados pensando en negociar a buen precio la piel del oso, todos pensando en sumar y ascender y en sestear lo que resta de camino y, de repente, zas, otro disgusto. En nuestro ADN llevamos bien impreso lo la peligrosa alegría de las vísperas y, pocas veces, tenemos en cuenta que el de enfrente también juega y que suele tener aviesas intenciones. Esto fue lo que ocurrió, no ya solamente en el partido contra el CE Sabadell FC, sino durante la semana. Se nos fue la fuerza por la boca y, es que, cuesta mucho bajar las revoluciones cuando todos nos subimos al carro de la euforia. Sí, sí, ya sé que no es siempre el caso, pero lo cierto es que perdimos.

Ahora, como es marca de la casa, sólo queda felicitar al rival y ponerse a pensar en el próximo partido, ya está. Basta de recrearnos en lo que pudo haber sido y no fue. Para evitar caer en la melancolía, nada como un buen baño de realidad y, la realidad, es que seguimos siendo líderes, ahora un poco menos, pero perder uno de cada diez partidos, tampoco es suficiente material para hacer ningún drama.

El rival demostró el porqué de su racha y nosotros, volvimos a caer por nuestra indolencia viajera. Lo que me da más rabia es saber que somos superiores, pero no lo demostramos, en cuanto empezó a madurar el partido, dio toda la impresión de que estaba escrito que íbamos a perder; y, así sucedió.

Hay muchas lecturas positivas de la jornada, para empezar, como digo, seguimos primeros, los demás también sufren y siguen los apretujones para colocarse en la definitiva escapada. Tenemos la obligación de no recrearnos en el disgusto, porque de lo contrario, sí que podemos meternos en problemas serios. Hasta los últimos diez minutos del último partido, habrá motivos para el sofocón.

Qué malo es eso de hacer cuentas antes de lo debido, qué malo es eso de desdeñar los empates, qué malo es eso de ir por la vida de favoritos, qué malo resulta eso de pensar que somos inmortales. Tristemente este es nuestro valle de lágrimas particular, en cuanto enganchamos cuatro buenos resultados seguidos, se nos va la olla. El Albacete Balompié tiene que ir con pies de plomo y evitar las euforias antes de tiempo.

A fuer de ser justos, nunca deberíamos haber perdido contra los sabadellenses, el empate habría hecho justicia a los méritos de ambos, pero los balones parados los carga el diablo y, como nuestra capacidad de reacción la tenemos extraviada, pues el rival se dedicó a matar el partido y lo consiguió. No hay que darle más vueltas, porque de ninguna manera la derrota fue un desastre ni tiene por qué suponer ninguna terapia de choque. Lo peor fue, no ya la derrota, que también, sino el hecho de no haber marcado, esto nos está lastrando en demasía.

Picar piedra, este es nuestro destino. A nosotros nunca, en el mismo partido, nos van a pitar dos penaltis a favor, ni van a permitirnos jugar contra diez. Tendremos, como siempre, que valernos por nosotros mismos.

La derrota ya está olvidada, pero apretemos los dientes y al tajo otra vez.