Salimos con bien (Opinión)

A nadie se le oculta que, nuestro Alba, no hizo el mejor partido de la temporada, pero el este deporte es así de caprichoso. Los grandes, también sacan muchos partidos por inercia. El fútbol, a veces, es un deporte muy cruel, con poco se saca mucho y viceversa, y conviene recordar por enésima vez, que esto es la Segunda división.

Advertíamos la semana pasada que el Racing de Santander, es mucho más de lo que aparenta y, nos lo puso muy complicado, pero tirando de casta, pudimos sumar los tres puntos. A veces, cuando estamos espesos, lo mejor es tirar por la línea recta. Los dos golazos sirvieron para poner algo de sordina, a una victoria que necesitábamos como el comer.

Lo cierto es que estamos por méritos propios, en una zona tranquila, pero que una pequeña racha buena o mala, nos puede despeñar o ponernos a soñar; es pronto, de todas maneras, para echar cuentas. Ni siquiera hemos llegado al ecuador, con lo que nuestra obsesión debe seguir siendo la misma: recuperar el ánimo, las constantes vitales y afrontar la jornada siguiente con la misma intensa tranquilidad que hasta ahora.

Se notó la ansiedad que arrastrábamos, pero en general, el plantel la ha gestionado muy bien, tenemos un buen equipo, no sólo en lo futbolístico, sino también en lo psicológico. Notorio resulta, que los menos habituales, suelen suplir sin desdoro a los teóricamente titulares y, eso en la segunda parte de la temporada va a resultar fundamental. El fondo de armario es el que decide, al fin y a la postre, el resultado final de la temporada, los equipos que tienen buen banquillo, son los que alcanzan la meta en triunfo. Hasta ahora, no se nos ha notado demasiado el salir con alguna baja importante. Imagino, claro está, que la mano de los técnicos está detrás de esta cuestión, que es capital en el devenir de un clubmodesto, como lo somos nosotros.

El Alba, insisto, no debe echar cuentas, porque está condenado a jugar una final cada fin de semana, es nuestro sino. Nuestras matemáticas, no deben ir más allá del siguiente compromiso y, tampoco creo que sea buena política, esa de ir pensando en las próximas jornadas. El Alba no se puede permitir esos lujos, además, no tiene mucho sentido porque sólo tenemos un objetivo y, a fecha de hoy, no tenemos motivos para ponernos nerviosos; tensos y concentrados, sí, pero nerviosos, de ninguna manera. El rendimiento de los nuestros es más que notable, no tanto por los veinticinco puntos que atesoramos, sino por cómo nos desempeñamos contra todos los rivales.

Esta tercera victoria como local, nos tiene, necesariamente, que dar un poco de remanso, para así olvidar nuestros bloqueos en el Belmonte, que son los que nos han impedido soltarnos. Era fundamental salir airoso de la final contra el Racing en casa, de no haber sido así, habríamos entrado en una espiral demasiado negativa, pero no hablemos de lo mal que podríamos estar, sino festejemos que somos un equipo de pleno derecho de Segunda y, como tales, capaces de cualquier cosa. De momento esa “cualquier cosa”, es creer en nosotros y no delirar demasiado.

Esta semana, contrariamente a la anterior, nos merecemos un poco de masaje y baño relajante, a veces, nuestro carácter nos lleva al autoflagelo, a dispersarnos y nos olvidamos de lo importante: somos el Alba, estamos en Segunda, estudiamos y hacemos los deberes con pulcritud. Estamos, pues, preparados para afrontar cualquier examen, por exigente que sea.