Esto es un equipo de fútbol y la afición lo sabe (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

martes, 04.04.2023

Qué difícil resulta empezar a escribir para justificar lo que no tiene ni justificación ni explicación. ¿Qué tiene que hacer el Alba para marcar? ¿Por qué tenemos que generar tres mil ocasiones claras por gol y otros, con media, se bastan y se sobran? Y los postes, ¿qué me dicen ustedes de los postes? Sugiero embadurnarlos de vaselina, para que la pelotica no se escupa y rebote hacia dentro.

Nuestra ratio de eficacia debe de ser, con diferencia la más penosa de todas las ligas del mundo. No recuerdo ningún equipo tan ofensivo y al que le cueste tanto enchufarlas. Somos uno de los equipos que más marca de la categoría, pero deberíamos llevar, si no el doble de tantos, sí una buena tacada más.

No quiero creer en la mala suerte, ni en exorcismos, ni en la parapsicología, pero viendo cómo juega nuestro Alba y lo poco que le luce, voy a tener que revisar mis creencias y dogmas.

Más allá de estas lamentables circunstancias, hay que detenerse en un par de consideraciones muy positivas, que la estrategia sigue siendo descarada y ofensiva, y seguimos llamando de tú a los equipazos con los que compartimos viaje y la segunda y, quizá más importante, pero que se deduce de la primera es, que la afición sigue como un solo hombre tras el proyecto de Albés y su muchachada. Ni medio murmullo de inquietud se escuchó, apenas tres docenas se marcharon antes del pitido final y las caras de enojo a la salida, antes de llegar a la Avenida de España, ya no lo eran tanto. Y, si me permiten un tercer apunte, les diré que, en la Unión Deportiva, todavía se preguntan cómo salieron vivos de Albacete. Son un transatlántico, sí, pero tuvieron que recurrir a todas sus armas, su poderoso banquillo y a todas sus pillerías estratégicas para llevarse un partido que no merecieron, pero ya se sabe que el fútbol es el más injusto de los deportes. No me duelen prendas en felicitar a los amarillos, porque lo más importante se quedó en casa: el orgullo, la certeza de que hay un proyecto muy serio, el hecho de que todavía seguimos siendo sextos y (lejos de mí el afán de patético peloteo), contamos con el mejor entrenador de la categoría, asistido por unos técnicos de primera. De Primera, quise decir.

La posición en la tabla, a mi juicio, es lo más anecdótico, lo que no lo es tanto es que veo a nuestro Alba con futuro, ya juguemos el año que viene en Primera ya en Segunda, tenemos un plan de futuro, cosa de la que casi siempre hemos adolecido, eso y sólo eso, debe ser nuestra única obsesión.

Sería, casi, una temeridad subir, no poder aguantar y volver a bajar sin paracaídas, así que sigamos festejando la permanencia y mirando por el rabillo del ojo a nuestros perseguidores, pero sin bloquearnos con el ascenso, a ver si va a resultar que el no subir se vea como una losa de fracaso, eso sí que no.

Aunque perdamos todo de aquí al final, esta temporada está resultando sobresaliente.