Seguimos soñando despiertos porque tenemos motivos (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 15.05.2023

Jugar contra equipos tan experimentados como el Deportivo Alavés, tiene determinadas contraindicaciones que nos llevan a maltraer, desde que comenzó el curso. El balón parado nos ha costado un montón de disgustos, como así también el VAR, los arbitrajes, el viento en contra, lo que ustedes quieran, pero la moraleja de esta historia es que, el Alba sigue vivo y con los presuntos titulares o con los que apenas juegan, tenemos un equipazo.
Todos sabemos que no deberíamos estar compitiendo, tan de igual a igual, con los que están pensando en Primera desde agosto, pero a las pruebas me remito. Con todos los imponderables que hemos sufrido a lo largo de toda la temporada, sin duda seguimos a las puertas de la matrícula de honor.

Es extraño que todavía no haya nada decidido por arriba a falta de dos jornadas, pero este suspense sigue dándole a la categoría una vitola de tantos quilates, que creo que, si la temporada tuviese diez jornadas más, estaríamos en las mismas. Los medios de manipulación sólo se ocupan del glamur y siguen desdeñando a la Segunda, señal de que o no saben o sólo siguen consignas de ninguneo. Peor para sus oyentes y lectores.

El Deportivo Alavés, como los otros cuatro de arriba, está muy encima de nosotros, pero en el campo, tanto en Vitoria como en el Belmonte, no se vieron por ningún lado las enormes diferencias entre nuestras respectivas cuentas corrientes. No me extrañaría en absoluto, tener que volver a ver a los vascos, a la vuelta de tres semanas.

La fatalidad nos condenó, pero me gusta comprobar que nuestra estrategia sigue siendo osada, a pesar de que los rivales también juegan y achuchan. Estas maneras, suponiendo que juguemos la promoción, nos pueden servir, y mucho, llegado el caso de una ida y vuelta a muerte. Todo apunta a que nos tendremos que volver a ver las caras en breve, con quienes nos han acompañado toda la temporada y, para quienes jugar la promoción, no es ninguna bicoca, más bien todo lo contrario. Tener que pasar esta reválida, en algún caso, se vivirá como una suerte de fracaso, que trae aroma a ruleta rusa.

Lo que se está viviendo en Albacete, hacía muchos años que no se producía, ni siquiera cuando, no hace tanto quedamos terceros; me atrevo a decir que el juego que ha desplegado nuestro Alba, ha contribuido a la bendita locura que se está adueñando de toda la comarca. Pase lo que pase, ocurra lo que ocurra, el subidón de felicidad que se nos ha metido hasta el tuétano, ya no nos lo quita nadie.

Lo único malo de todo esto, es que la afición blanca, se ha acostumbrado al buen fútbol y no va a resultar sencillo, a partir de ahora, darnos gato por liebre. Rubén Albés, es el máximo culpable de que, en Albacete, ya nadie se conforme con el vino peleón. Entre otras cosas, porque el buen vino, casi siempre termina con final feliz, sin embargo, el otro, suele provocar unas resacas de lo más perniciosas.

En Albacete siempre gustó el fútbol elegante y osado. Albés, ya lo captó en septiembre.