Escrito por: Rubén Oliva
jueves, 30.11.2017
Camino ya de los 200 días de su llegada al Albacete Balompié, el balance que se puede hacer de la gestión de Skyline al frente del club no puede ser más alto. Incontables los arreglos, reformas y proyectos que han iniciado, en cuestiones que van desde el gran trabajo en comunicación y proyectos sociales de acercamiento del club, hasta las mejoras practicadas en un Carlos Belmonte que cada vez más tiene pinta de campo de Primera División. Skyline no solo ha reformado vestuarios, sala de prensa, gradas, autobús del equipo… hasta las redes de la Ciudad Deportiva las han cambiado, ¡las que evitan que los balones de los chavales que juegan en los campos se vayan a los descampados de detrás y que llevaban años sin cambiarse, desgastadas y rotas!
Es un detalle, seguramente insignificante para los ojos de muchos pero que demuestra que esta gente va muy en serio. Garrido vino aquí (evitando la desaparición del club, nos salvó) pero desde el día uno dejó claro que venía para hacer negocio, y así fue. Pero los Kabchi, Varela y compañía no vienen con idénticas intenciones, y estos detalles lo demuestran: para estar aquí unos pocos años y vender en cuanto se viera rentabilidad no haría falta cambiar las redes de los campos de la Ciudad Deportiva…
Skyline es el futuro del Alba, los que han llevado de lleno al club al siglo XXI, con un proyecto verdaderamente de futuro y que ilusiona. Han venido a quedarse (un tiempo, todo acaba), pero haciendo del Alba su proyecto, en condiciones y apostando fuerte. Menuda suerte hemos tenido.