Ladran, luego cabalgamos (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

viernes, 01.03.2019

Iba a empezar quejándome del trato que recibe el Albacete Balompié de parte de todos los estamentos futboleros patrios, con la bochornosa prensa especializada a la cabeza, pero no quiero pasar ni por llorón, ni por quejica. Así que seguiré ejerciendo de aldeano y paleto y ¡a mucha honra!. Suframos en silencio, pero menos.

Cádiz es sinónimo de océano, de luz, del calorcito de una buenachirigota, de la risa y del Carranza, cita envenenada donde las haya, porque según mis cuentas, los amarillos han sido el mejor equipo que nos visitó y dada la trayectoria que llevamos en casa, prefiero que el nuevo choque con los andaluces sea en su campo. Se nos da mejor salir por ahí, que quedarnos en casa.

El Cádiz CF, al igual que nosotros, no encuentra la tecla para sacar adelante sus partidos como local, ese es nuestro primer factor positivo, contrarrestado por el hecho de jugar en pleno Carnaval, lo que hará que el estadio sea una olla a presión y que los nuestros tengan que remar contra los elementos. Empezando por el elemento del pito.

Me alegro de que me saquen el tema, porque voy a utilizar a los del pito como coartada para mi perorata -sí, al final voy a llorar en forma de reivindicación y pataleo-, porque ya sabemos que Albacete no tiene un estadio con el glamur de otros, ni salimos en los papeles nada más que para hablar del frío y algún hecho sórdido, pero de ahí a hacernos la vida imposible para que no salgamos de la medianía, hay un abismo. Ni la Liga de Fútbol Profesional, ni la Federación, ponen coto a las afrentas sinnúmero que venimos sufriendo desde que el Alba asentó sus reales en las alturas.

No saben las ganas que tengo de tener un buen VAR que, cual Big Brother, nos esté vigilando los noventa minutos (más el descuento, claro), aunque viendo las tropelías que se comenten en su uso (y abuso), mucho me temo que el bicho electrónico se nos aplicará de manera torticera. El año que viene saldremos de dudas.Algunos poderosos secundados por los tiralevitas habituales, se empeñan en que nuestro éxito sea más épico con tantos palos como nos ponen en las ruedas, mejor, así disfrutaremos más cuando llegue la ocasión. Que llegará. Ante tanto desplante, seguiremos tirando de imaginación, comprobando el compromiso de todos con el objetivo final que, recuérdese: ya está cumplido, pero queremos poner una guinda así de grande, encima del pastel.

Basta ya de lamentos, que antes del partido tengo que meterme unas cuantas chirigotas entre pecho y espalda y soportar las bromas de los cadistas por mi camiseta granate, que ya tiene kilómetros, pero es la que más me pone (la mimo más que aalguna que anda por aquí cerca) y mi bufanda blanca. ¿De qué vas disfrazado?, me dijo un guasón con mucha sorna. No pasa nada, sigamos en modo zen de la mano de don Luis Miguel, empeñado como está en seguir demostrando lo buen psicólogo que es, sin perrito que le ladre, pero con una hoja de servicios sin martingalas, que para sí quisieran algunos bocachanclas con jet privado.

Cambiemos el grotesco carnaval de la Federación por el auténtico, que es el de Tarazona como todo el mundo sabe.