Murphy y su ley persiguen al Alba (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 11.03.2019

La Ley de Murphy es una leyenda urbana cuyo enunciado viene a resumirse en «Si algo malo puede pasar, pasará». Llevamos un mes metidos de hoz y coz en una espiral que tiene toda la pinta de estar patrocinada por el tal Mr. Murphy.

Lo acontecido en Tarragona no es ni más ni menos que la constatación empírica de una situación agobiante.

 

Quizá las decisiones increíbles de los árbitros o, quizá, el hecho de haber alcanzado el objetivo con tanto tiempo de antelación nos han dejado completamente «desbrujulados» (perdón por el palabro). El caso es que no marcamos un gol ni en los entrenamientos y así, comprenderán ustedes, no vamos a seguir dando lustre a una campaña que olía a eternidad.

 

Cierto es que no era lógico que el Alba fuese el único que no había pasado por una crisis de resultados, como tampoco resulta lógica tanta desgracia con los árbitros. Yo creo que no hay mal que cien año dure y ahora, superado el mal de las alturas porque nos hemos dado una buena costalada, volveremos a jugar más de tapaditos. Estar en los papeles no nos ha sentado nada bien. Al Alba le va mejor la sutileza de la emboscada, que vivir en la cresta de la ola. Llegar no es tan difícil como mantenerse. Lección aprendida.

 

Fue una pena haber caído en un campo donde no perdíanadie y ante un rival que todavía tendrá que remar, pero, más allá de las circunstancias del dramático final, el Alba no dejó la impronta de su situación. No impuso su pegada, ni asustó a nadie; sólo a su afición. Al final nos volvemos apesadumbrados y llenos de interrogantes.

 

Que tenemos un porterazo nadie lo discute, ya he reclamado su incorporación a la selección nacional en alguna ocasión, pero que cada jornada sea el mejor según el decir de nuestros sabios lectores, a mí ¿qué quieren que les diga?, me parece un signo inequívoco de que algo no estamos haciendo bien en absoluto.

 

He visto mucho más intrépido a don Luis Miguel cuando el Alba trataba de ubicarse en el campeonato, que ahora cuando ya está todo el pescado vendido tras una primera vuelta espectacular. Yo sigo sugiriendo relajo a la hora de plantear los partidos, que en realidad no es más que un eufemismo para decir que hay que jugar con osadía, con el cuchillo entre los dientes, contando además con la tranquilidad que da el saber que, pase lo que pase, ya tenemos en el bolsillo la satisfacción del deber cumplido.