Esto no era lo hablado (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 06.05.2019

Andamos desnortados sin gol y sin alma, los demás rivales todo lo contrario, jugando a cara de perro hasta el minuto noventa y tantos. Se nos está haciendo demasiado largo el último tramo de la temporada y seguimos con nuestra particular recolecta de empates que, a poco que se paguen bien en la lonja, nos vamos a forrar. Y la semana que viene tenemos otro rival con la soga al cuello; no ganamos para sustos. Menos mal que esta vez es lejos de nuestro estadio, puesto que a mí me sigue dando la sensación de que en casa nos abotargamos, y como el rival se plante bien plantado, no encontramos variantes a los movimientos habituales.

Estamos todos en un pañuelo y dando bocados, menos nosotros.Al final de la jornada no sé si estamos mejor o peor que antes de jugarla. Hagamos de tripas corazón y sigamos viendo la botella medio llena. Los empates es lo que tienen, te dejan un poco en suspenso, no sabes si es sí o si es no. Como se dice en estos casos, la solución en el próximo capítulo, el empate sólo se da por bueno a posteriori, es decir, si se gana el siguiente envite.

En cuanto a la afición, podemos decir que ya ha cumplido, ha hecho una temporada brillante, ha estado en todos los momentos en que se la necesitaba, es verdad que hay algunos impacientes, pero se me antojan pocos, puesto que desde hace un mes se esperaba que el Alba diese un paso al frente con grandeza y, resulta que estamos yendo con el depósito en la reserva. Tantas precauciones se viven en la grada como una señal de debilidad, de inseguridad y, por ende, de falta de autoestima. El arrojo, cuando es arrojo y no inconsciencia tiene mejor venta entre la parroquia, perder o empatar por querer más, frustra menos que perder o empatar por jugar con pies de plomo. El CD Numancia, que sólo mostró posicionamiento firme, no dio la impresión de estar cómodo, si el Alba hubiese apretado se le hubiesen visto las costuras. Bueno, eso lo digo yo desde mi gran desconocimiento, puesto que no quiero erigirme en juez de algo que se me escapa, pero miro con envidia esos equipos que parece que «quieren», puesto que consiguen cosas, sumar de tres en tres, por ejemplo. Y son equipos, que no necesariamente cuentan con mejores jugadores que los nuestros.

Aunque parezca mentira tras tantos empates, seguimos dependiendo de nosotros, de lo que se deduce que deberíamosmarcar el ritmo y no tanto jugar con la estrategia. Hay veces, que la técnica debe dejar paso a la épica, un partido es algo que dura lo suficiente como para emplear los dos modelos. En la primera vuelta, tuvimos ocasión, en contados momentos, de ver al séptimo de caballería desbocado y así, conseguimos rascar más de un buen resultado, pero desde que nos pusimos profundos y estupendos, no le marcamos gol ni al arco iris y, para colmo, encajamos con mayor facilidad que cuando nuestro marco era así de pequeñito para los rivales.

No piensen que me estoy desahogando, ni mucho menos, sigo confiando en don Luis Miguel (hasta nueva orden, no le apearé el «don»), y en toda nuestra tropa, a la que veo demasiado constreñida por la pizarra. Hay talento suficiente, como para que el míster les carta blanca, al menos durante unos minutos. Con tanta estrategia, se les está olvidando que son buenos jugadores y no meros peones de un maldito damero.

Eso es lo que se percibe desde la grada, de ahí las impaciencias, pero que a nadie le quepa duda, que todos estamos todavía con las expectativas intactas.

¡Aúpa Alba!