Las excusas son para los malos pagadores (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

sábado, 23.10.2021

Principio así, aludiendo al tan traído y llevado césped artificial de nuestros anfitriones catalanes. Somos el Albacete Balompié, y si nos dicen que tenemos que jugar en barro, allá que vamos, si en tapete, miel sobre hojuelas y si en verde artificial para terraza, pues nada, a cuidar los botes y los rebotes y todo cuando acontezca de caprichoso con el esférico. A mi modesto juicio, creo que estos partidos los deberíamos preparar con un balón de rugby.

Los número de la UE Cornellà en casa, tampoco son para echarse a temblar, con lo que el tipo de piso, no debe ser una rémora tan grande para los visitantes. Si fuese tan determinante, todos los equipos tendrían ese suelo, así se asegurarían una enormidad de triunfos, pero no, debe de haber algo más que lo sintético de la superficie en el balance final. Quizá es que los rivales salen más mentalizados y estudiados, porque hasta ahora, la mitad de los visitantes que han viajado hasta Cornellá, han mojado.

No sé cómo saldrá nuestro Alba, pero ciertamente con mucha moral, ya que el puesto que ocupamos nos debe dar algo de tranquilidad, pero de ninguna manera relajo. Los verdes son el típico rival que si tiene un buen día, te puede sacar del campo y si fuera de casa bajan sus prestaciones, en su zona de confort se hacen fuertes y cuesta meterles mano. Sea por el césped o por otros motivos, cuidado con esta salida.

Si las cosas no nos salen bien, pido por favor a Rubén de la Barrera, que no miente la superficie, ni diga que si tal o que si cual. Si llueve, hace viento o nos marcan de penalti, por favor, que nadie busque pretextos. Y mucho menos, hablar de los árbitros, que eso descentra mucho.

Somos el Albacete Balompié, así es que nada de brindis al soly menos esta semana que acabamos de rememorar los 111 goles de aquel equipo de leyenda, que dejó unos números fabulosos. Hagámosles el mejor homenaje posible, trayéndonos tres puntitos que nos asentarían arriba y nos darían vitola definitiva de candidatos con pedigrí. Si por desventura, tenemos que conformarnos con un empate o salimos trasquilados, nada de tristezas ni de lastimosas coartadas. Nuestro deber es recordar con honor a los que nos precedieron y pusieron los cimientos de lo que hoy somos, aquella generación en otras circunstancias muchísimo peores, salieron adelante, con lo que ahora, un rectángulo enmoquetado y, más o menos saltarín para el balón, no nos debería de acongojar.

No sería digno de nuestros mayores y, a estas alturas, con el libro recién horneado, no resultaría de recibo darles un disgusto.