Los coletazos del curso pasado y los avisos del presente (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

martes, 16.08.2022

A nadie se le escapa, que la anterior temporada fue un año particularmente duro,  y que el grupo donde nos jugamos los cuartos, tampoco era ninguna partida de equipos de solteros contra casados. Las insolentes formas como se han desenvuelto los recién llegados, lo muestra sin ningún atisbo de duda; aunque esto no ha hecho más que empezar y, a buen seguro, no terminará así, pero por si todavía a alguien le quedaba alguna duda, he aquí un botón de muestra.

Por descontado, yo he venido aquí a hablar de nuestro Alba, e inequívocamente quiero engrandecer a los nuestros, reseñando que, algunas veces, no ponderamos suficientemente el mérito que tiene el estar donde estamos.

Alguna vez he dicho que no me gusta jugar contra equipos dirigidos por entrenadores que pasaron por el banquillo del Carlos Belmonte; lo visto en Lugo, vuelve a darme la razón.  Rubén Albés debutó con buena nota, el Alba dejó empaque de equipo suficientemente solvente para mantener la categoría, pero –y me repito-, esto no ha empezado todavía y, dudo mucho, que nadie de entre los nuestros, vaya a salirse del guion. Durante la pretemporada hemos podido comprobar cómo la mesura se ha instalado (esperemos que para siempre), en nuestro Club y en el Anxo Carro, tuvimos ocasión de constatarlo. Han sido apenasnoventa minutos, pero suficientes para avizorar que la cautela y la sensatez, nos van a acompañar durante toda la temporada.

Victoria con remontada y juego más que aceptable, esto sólo se lo esperaban unos pocos, porque yo, sin esperar lo contrario, tampoco estaba del todo tranquilo. Pero ver a los nuestros con tanta enjundia y tranquilidad, a pesar de los imponderables del inicio, deja bien a las claras que la apuesta de Albés -apuesta o sapiencia-, no son una pose. Manejar con tanto tino un grupo recién salido del horno de la Primera RFEF, indica que nuestro míster es algo más que un entrenador del montón. Aceptar entrenar al Alba, ya fue toda una declaración de intenciones y, tras lo visto en la primera jornada, hemos de convenir, que tenemos solvencia en el banquillo. Repito: esto no ha empezado aún, pero por lo visto hasta ahora, debemos convenir que somos unos más y no, ninguna víctima. Los recién llegados a la categoría (por arriba y por abajo), parece que no están tan alejados, pero la Segunda es una competición tan larga, que necesariamente la lógica acabará imponiéndose. Por eso ha resultado tan importante empezar a sumar desde el principio, porque, no han sido tres puntos, sino un menos cuarenta y siete, que es, a partir de hoy, nuestro nuevo objetivo. Por nuestras expectativas, nosotros no sumamos, sino que descontamos.

La plantilla, todavía no está cerrada, pero la nueva estrategia sí, las nuevas maneras y la forma de atacar la categoría parecen haber sufrido un buen revolcón, pero que nadie se llame a engaño, el Albacete debe imperiosamente centrarse en salvar el pellejo. Los castillos en el aire, son para otros que tienen más que de sobra para aspirar a empresas de mayor enjundia.

Lo que sí está meridianamente claro es que cada partido va a resultar un campo minado, lo que ciertamente nos deja el ensueñode imaginar poder tutear a los de la clase preferente, del mismo modo que la duda de saber si podremos siempre salir con bien, cuando nos tengamos que ver las caras con los de nuestra liga.

Queda mucho, pero el primer aviso ya está dado.