Escrito por: Bienvenido Picazo
sábado, 20.08.2022
Nada más y nada menos que veintiún años después, el histórico Burgos CF vuelve al Carlos Belmonte, en lo que será su segunda visita a nuestros dominios. Debe de ser, probablemente, el equipo de la categoría con el que históricamente menos nos hemos enfrentado.
Empiezo con este dato, que no es nada más que una anécdota, para tratar de atisbar, lo que nos espera ante un rival completamente desconocido para el aficionado local. En realidad, no es completamente desconocido, porque hemos tenido ocasión de comprobar cómo sacaron con nota su presentación en la alta sociedad de nuestro fútbol. Por lo pronto, ya ganaron en su debut y, poco o muy poco tienen que perder en Albacete; con lo que, para empezar, nos vamos a tropezar con un inquietante hueso de roer.
Nuestras huestes, dejaron una estupenda imagen en su presentación, trayéndose el botín ya de todos conocido. Rubén Albés, hará su puesta de largo ante nuestra gente y, a buen seguro, se llevará los primeros parabienes de la temporada, no tanto por lo conseguido (que, por ahora, es lo que es), sino por los imprescindibles ánimos que debemos insuflarle desde la calle, la grada o la televisión. Por lo atisbado hasta ahora, se ve que sus ideas, pueden tener buen acomodo en La Mancha, que no se va a achantar ante el gran reto que tiene por delante y que el grupo de futbolistas que tiene a su disposición, va a dar la cara por él.
Hasta que no lleguemos a Navidad, no sabremos a ciencia cierta con quién nos estaremos jugando los cuartos, por lo que hacer cábalas, no dejará de ser una forma como otra cualquiera de matar el aburrimiento. El Burgos y el Alba, a priori, están condenados a transitar por los mismos senderos, pero como esto es la Segunda, quién sabe, los castellanos en su segundo año, a lo mejor dan un salto de calidad, que a nadie extrañaría y nosotros, bueno, nosotros a lo nuestro. Nuestra obsesión debe seguir siendo tratar de arañar puntito a puntito, hasta llegar a los cincuenta que nos darían la salvación.
Por lo visto el primer día, los blancos, bien podrían salir con bien del envite, pero es que los visitantes están en la misma tesitura, y si, por ventura, sacásemos adelante los dos compromisos seguidos que tenemos en casa, antes de la Feria, ya nos podríamos dar por satisfechos casi, hasta octubre. Luego vienen otros dos partidosfuera y, en este punto quiero detenerme, porque a mí, todo este enjuague de calendarios caprichosos (asimétricos, le llaman los creadores de neologismos y los amantes de los sortilegios), me estomaga. No sé si son las teles, Tebas, las modernidades o el capricho de los aprendices de brujo, pero ya va siendo hora de volver a la cordura.
El caso es que LaLiga vuelve al Estadio Carlos Belmonte, así es que nuestra obligación es festejar tamaña confabulación de los astros y que ganemos, empatemos o palmemos, el Alba tiene toda la pinta de estar reconstruyéndose con sentido común y perspectiva de sólido futuro. Hace dos meses, me lo cuentan y no lo hubiese creído, por lo tanto, a disfrutar.
A ser posible, con una lustrosa victoria.