Escrito por: Rubén Oliva
sábado, 24.09.2022
El Albacete de Rubén Albés tiene tan enganchada a la afición y el entorno que ni con dos derrotas consecutivas se ha generado la más mínima duda en torno a un equipo que juega bien y convence. Sin embargo, es importante cambiar la dinámica cuanto antes para no ver reducidos los 6 puntos de ventaja que hay sobre el descenso y en el caso de este domingo además, intentar aprovechar que el partido se juega en casa. El problema es que lo hace frente al rival que, según Albés, en mejor estado de forma está de Segunda ahora mismo y que llega de sumar 7 de los últimos 9 puntos.
Eder Sarabia llega a la cita sin bajas confirmadas, aunque Adria Vilanova tiene molestias y Nico Rati está mermado. Su último once fue el formado por Lizoain bajo palos; defensa para Alende, Martí Vilá, Petxea, Mika Mármol; por delante Hector Hevel, Sergio Molina y Marc Aguado y arriba Germán Valera, Carlos Martínez y Albanis. Los del Principado llegan con los mismos 10 puntos que el Alba, pero la cita se antoja como más ‘personal’ para muchos de los jugadores albacetistas que no olvidan el 3-1 sufrido en mayo en Primera RFEF.
Albés tiene prácticamente a toda su plantilla disponible, salvo Diegui y el sancionado Riki Rodríguez cuyo recambio es todavía una incógnita. Javi Martínez podría ser su sustituto ‘natural’ en un once en el que también podría volver Higinio. Con arbitraje de Milla Alvendiz, y tras el escándalo del pasado domingo, se confía en una gran tarde de fútbol en la que los trencillas y el VAR se dejen el protagonismo a un lado.
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