Escrito por: Bienvenido Picazo
lunes, 19.09.2022
Perdimos porque otro flautista de Hamelín pasó por el Belmonte; y hasta aquí la queja por el arbitraje. Recrearnos en los trencillas que perpetran nuestros partidos, es hacerle el caldo gordo a nuestra mala estrella. Mal haremos si pensamos que los colegiados nos impiden marcar goles.
Cuando uno pierde, casi siempre se le queda cara de tonto, mas no es este el caso, puesto que el Alba le dio un baño a la SD Ponferradina, pero el fútbol es el deporte más injusto: casi nunca gana quien lo merece, sino quien la enchufa dentro. Esta vez, como digo, no se nos quedó la mandíbula caída, puesto que jugando así, difícilmente vamos a perder muchos partidos, la pena es que no marcamos, de haberlo hecho, habríamos encarrilado una tremenda goleada, pero el balompié es un juego muy caprichoso. Si a ello le añades los detalles, pues ahí tenemos todas las respuestas.
Sigo convencido de que somos uno de los que mejor fútbol practica de toda la categoría, pero estamos pagando la bisoñez de no terminar de creérnoslo. Los dos partidos que hemos perdido, no lo hemos merecido, en Segunda la cosa es muy simple, gana quien mejor templa los nervios y quien mejor aquilata la experiencia, nosotros somos técnica, táctica y limpieza, pero quizá nos falte un perro de presa, que saque adelante tanto talento. Los del Bierzo, que dieron un curso de mediocridad y, son unos de los peores equipos que han pasado por nuestro campo, cuando se vieron en superioridad, dieron un paso adelante evidente y era cuestión de tiempo que se llevasen el partido. Pasaron de la espesura a la claridad en un momento; a la más mínima ventaja, estos equipos de solteros contra casados, sacan petróleo. A nosotros, toda nuestra superioridad, nos sirvió para bien poco. Quiero pensar que al final de la temporada terminaremos por encima de ellos, porque vamos, no hay color entre manchegos y leoneses, pero lo que cuenta es meter la pelotica y, eso, sólo ellos lo consiguieron.
Tengo mis dudas en saber si con la ventaja que les ofrecieron, nosotros hubiésemos hecho lo propio, o nos hubiésemos aturullado y no habríamos ganado. En igualdad de condiciones, les dimos un tremendo repaso, pero esto en Segunda, no es suficiente, hay que tener espíritu asesino y llegar al área contraria, con el cuchillo entre los dientes, dispuestos a ejecutar a cualquier portero. Nos falta algo de mala leche, porque aseados, somos un rato.
Cuando el mejor de los suyos es el portero, algo habremos hecho bien, y algo, me temo, mal. Lástima que una defensa tan débil, haya salido indemne, pero más allá de otro tipo de lamentos, creo que debemos hacer examen de conciencia y estudiar, por qué motivos no convertimos tantas ocasiones como creamos. Es pronto para postrarnos en el diván del terapeuta, pero mal haríamos en regodearnos en la mala suerte o en que nos tienen manía.
Lo importante es que la afición es comprensiva y está con el equipo, por este lado Rubén Albés, puede estar tranquilo, porque él lo hizo todo bien en la pizarra, pero los imponderables del césped, quedan fuera de su jurisdicción. Hasta funcionaron los cambios, pero el flautista, no se llevó a las ratas, sino a los niños.