Devuélveme el rosario de mi madre (Opinión)

Luis Miguel Ramis, en otros tiempos, don Luis Miguel, viene a Albacete a cobrarse otra vez la deuda. Sospecho que dejó entre nosotros un regusto agridulce y, consciente de esto, viene devisita, con el colmillo afilado. Se fue de aquí, así, con amargura y, eso que estuvo a cinco minutos de haber tocado el cielo. Hace apenas unos meses, volvió a revivir el trauma del Carlos Belmonte en el Heliodoro y, volvió a visitar el lugar del crimen, puesto que dejó escapar un ascenso a la gloria que tenía hecho. Preso todavíade aquel fracaso, no ha encontrado manera de aposentar al Tete en los puestos de prestigio, equipo tiene para ello, pero la Segunda tiene poca memoria y no hace distingos, ni tiene en cuenta historias recientes o pasadas: trata a todos por igual.

Todavía en los mentideros más futboleros de nuestra ciudad, se sigue ponderando si aquel gatillazo, fue por Ramis o por el equipazo con el que contó. El huevo o la gallina. El caso es que nos quedamos un poco “p’allá” y, al cabo de dos temporadas, lo pagamos visitando el infiernillo de la Primera RFEF, del que unentrenador con carácter nos sacó. Y, al que también, creo, le pudo la presión. Cuando el Carlos Belmonte se enoja, no hay muchos que le tengan paciencia. Deben de pensar que nuestro campo, no es nada más que un campo de segunda y que ellos no vienen a luchar contra molinos de viento.

No se termina de entender bien lejos del Altozano, que aunque equipo pequeño, tenemos bemoles y distinguimos un buen vino del peleón, que nos han pretendido meter de rondón en más de una ocasión. Cierto es, que la masa, de vez en cuando, peca de eso, de ser una masa cruel y olvidadiza. Pero eso sucede en Albacete y en Garmisch-Partenkirchen, la única diferencia, es que nosotros no tenemos glamur, pero por lo demás, el Carlos Belmonte es tan desagradecido como cualquier otro estadio, por muchas latas de sardinas, que les pongan para forrarlos.

Tras este empingorotado inicio, creo dar por cerrado el asunto Ramis, que tanta tinta derramó por esta parte de La Mancha, así es que podemos decir ya, que lo nuestro fue una historia pasada de amor-odio. Como, por otro lado, suelen ser todas las historias de amor.

El CD Tenerife es un equipo llamado a subir, está, como hemos dicho, pagando el trauma de su derrota en la promoción pasada, pero poco a poco va a empezar a limpiar con el machete la maleza y, jornada a jornada, irá remontando. Ateniéndonos a lo visto hasta ahora, nuestro Alba, está desplegando uno de los mejores fútboles de la categoría, tan es así, que ya nos empiezan a tener en cuenta en los panfletos especializados. Nosotros, a lo nuestro: ni caso de lo que digan los tuercebotas que escriben al dictado de sus taimados pagadores. Nosotros, que no se nos caen los billetes, cuando vamos a pagar el café, seguiremos sufriendo emboscadas en forma de penaltis y expulsiones, pero, mientras Albés siga dictando lecciones, y sus alumnos, aplicándolas con tanto tino, el Alba tendrá halagüeño porvenir. Eso sí, el futuro acaba el domingo, después vendrá otro futuro y después otro; el Alba tiene prohibido dormirse en los laureles o escuchar a las embaucadoras sirenas. Nuestro Alba es una historia de sangre, sudor y lágrimas.

Esto me ha quedado muy épico, pero es que cuando nos enfrentamos a un exentrenador, me entra una inquietantetembladera.

Pensaba que me había olvidado del no ascenso de Ramis, pero les he mentido cobardemente.