Se superó el bache (Opinión)

No hemos llegado todavía a la primera meta volante importante y debemos hablar ya de que nuestro Alba, ha cumplido con buena nota el primer tramo del camino. Después de acumular tres partidos con dudas, por los resultados, que no por el juego, llegábamos a Butarque para sacudirnos la modorra. Y lo conseguimos, vaya si lo conseguimos, pero no tanto por la victoria, sino por cómo encaramos el partido.

Un equipo que busca su lugar en el mundo, no puede cambiar de guion, por un par o tres de resultados lastimosos, un equipo serio, tiene que tener una potente masa madre y, a partir de ahí, emprender la ruta más despejada. Rubén Albés ha demostrado desparpajo a la hora de superar los berrinches; no se ha dejado amilanar y fiel a sus principios, está obligando al Alba a dar la cara con decoro.

El duelo contra el CD Leganés era, como la inmensa mayoría, un partido tramposo, porque ellos han tenido un calendario muy exigente y no habían podido superarlo, pero tienen argumentospara salir adelante. Nosotros llegábamos con dudas, pero con nuestro cuadernillo del buen juego listo para volver a desplegarlo y, más allá de las pájaras momentáneas que nos aturden todas las semanas, nuestro Alba, dejó una muy buena imagen en el sur de Madrid.

En este punto, ruego a quien esto lea, deje de mirar la clasificación; a estas alturas no sirve para mucho, si acaso para comprobar cómo de cruel es la Segunda división, y cómo dormirse un par de jornadas, te penaliza. Hay históricos y buenos presupuestos, que todavía no han conseguido encontrarse y otros, a la chita callando, que se van posicionando y dejando muy buenas prestaciones. Todos los rivales, estén donde estén, tienen mucho peligro, no quiero ni mencionarles las tarjetas, las lesiones, los penaltis y todos los detalles que concurren y que, en muchas ocasiones, son los que deciden los partidos.

El Alba, está demostrando una madurez impropia en un recién llegado, y aunque nos atolondremos en los minutos finales, manejamos los partidos con autoridad, pero entre que no vemos puerta con facilidad y que nos tiemblan las piernas según avanza el reloj, no hay manera de comer pipas mientras jugamos. Esto último es una hipérbole que me permito, porque ya he dicho en otras ocasiones, que el Alba de Rubén Albés me tiene extrañado, porque veo los partidos con una cierta tranquilidad y hasta, cuando hemos perdido en los últimos suspiros, sigo teniendo fe, porque hay muchos ratos, en donde el Alba juega francamente bien. Lástima no destrozar a los rivales en esos momentos.

Tras los disgustos, se supone que hemos entrado en una fase de derrota, victoria, derrota, empate, victoria, y así hasta el infinito. Vamos, quiero creer, que ya somos un equipo con toda la barba, dispuesto a dar la cara todas las tardes, pero sin caer en la estupidez de creerse candidato a empresas por encima de nuestras posibilidades.

Insisto: si llegamos con bien a Navidad, volveremos a echar cuentas, mientras tanto, a seguir estudiando y trabajando.