Escrito por: Hugo Piña
domingo, 04.12.2022
El Alba no fue el Alba en ningún momento en Anduva. El gol de Riki llegó a merced de un error defensivo flagrante y lo demás fue impropio de un desnudo Albacete Balompié. La herida continúa abierta.
El Albacete perdió tres puntos en Anduva. Y los perdió porque desde el minuto 5 los tenía parcialmente ganados tras el gol de Riki Rodriguez. Lo que llegó después solo fue resultado de la peligrosa actuación defensiva del equipo ante un rival que sabe a lo que juega desde tiempos inmemoriales.
Con gran acierto local desde la frontal y con gran desatino visitante, el partido en Anduva se definió peligrosamente contra los intereses del Alba. Los tres goles del Mirandés entre el 34 y 41 de partido solo hacen que abrir una herida que tras la victoria ante el Racing de Santander parecía olvidada ya. Óscar Pinchi y sus compañeros se encargaron de aderezarle sal para hacernos entender que la herida sigue abierta.
Nunca olvidamos que este Albacete Balompié es un recién ascendido y que su objetivo son los 50 puntos. Y que ya suman 25 unidades tras una primera vuelta donde encontramos más sonrisas que lágrimas. Pero, no podemos ser ciegos, no podemos taparnos la cara y recurrir de nuevo al argumento que tan cierto es pero que en diciembre bien podría quedar en el olvido.
Volviendo al partido en Anduva encontramos preocupantes situaciones en el Alba. Una de ellas son los goles encajados, cuatro una vez más. Otra, la versión defensiva del equipo, al que le pusieron a correr hacia arriba y hacia abajo y terminó demostrando que no, que en ese fútbol vertical de antaño, de barro y lluvia no podemos todavía competir.
Bien es cierto que el Alba es un equipo que se amolda muy bien a lo que sugiere el rival cada domingo. Pero no es menos cierto que con el fútbol rápido, vertiginoso y de explosión sufre de lo lindo, ahí están los goles y acierto del Mirandés como ejemplo.
A destacar en Miranda fueron los goles de Riki e Higinio y la asistencia de Kawaya. Quizá no sirvieron para mucho pero quizá en el Albacete tomen nota de lo ocurrido. Enero acecha y Serrano tiene papel, boli y teléfono móvil con los que seguir haciendo magia para el Alba.