Sin tiempo para lamentos (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

lunes, 05.12.2022

En estas ocasiones, uno no sabe bien si es que el rival no nos dejó o, simplemente, fue nuestra propia impotencia, la que propició que el CD Mirandés nos pasase por encima, porque sí, reconozcámoslo, corrimos sin ton ni son y siempre a merced de lo que propusieron los rojillos, que no fue nada del otro mundo: correr buscando la puerta contraria y tirar al blanco. El fútbol directo, está demodé, pero cuando se interpreta bien, no hay quien lo pare.

Acostumbrados a remar contracorriente, se nos puso todo tan a favor, que no supimos gestionar el regalo, aunque en realidad, me parece que la estrategia, esta vez, se le extravió a Rubén Albés. Creo que es la primera vez en la temporada, que la pizarra se ha convertido en un galimatías; quizá no tengamos los jugadores ideales para afrontar este tipo de propuestas, o simplemente que hay días, en que lo mejor es no salir de la cama. Sea como fuere, sufrimos un severo correctivo, que no por justo, es menos doloroso.

El tópico dice que afortunadamente tenemos ya otro partido, que nos va a impedir recrearnos en la melancolía de la goleada recibida, aunque inevitablemente se han generado dudas, porque desde hace algunas fechas, tal parece que nuestra portería, estéabierta las veinticuatro horas del día. Ya saben que yo creo que la defensa, no es sólo cosa de los de atrás y, lo de Miranda de Ebro, fue un claro ejemplo, nadie puso orden y pasó lo se estaba viendo que podía pasar. Lo peor, es que en algunas fases, nuestro equipo parecía más una caricatura que un grupo sólido que quiere guerrear, fajarse y salvarse, esta es la peor moraleja que podemos extraer. Urge quitarnos el sopor contra el Real Zaragoza y volver cuanto antes a ser el Albacete Balompié.

Estamos bailando al son que nos tocan y nos está costando un potosí, necesitamos recuperar las jornadas perdidas entre expulsiones, penaltis y polémicas, no nos conviene nada de eso, si sucede, que pase, pero no perdamos ni un minuto en hablar de la fatalidad. Cuando algo no tiene solución, lo mejor es pasar a otra cosa y, ahora mismo, esa otra cosa se llama Zaragoza, que sí, que vienen como motos, subiditos de moral y dispuestos a volver al lugar, que por historia les corresponde, pero el Carlos Belmonte, no debe permitirlo. Resulta perentorio, volver a fortificar nuestra casa, quien quiera algo, debe sufrir la ira del Alba, basta ya de pellizquitos de monja, agarremos los cuchillos y no hagamos prisioneros.

Por supuesto que la testosterona no es suficiente, se necesita estudiar y trabajar y correr y hacer las cosas bien, esto es de cajón, pero conviene recordar qué es esto del fútbol, porque y, odio recordar algunos pasajes, a veces, parece que jugamos a no sé sabe bien qué. Cuando salimos de nuestro ámbito natural, sistemáticamente nos atragantamos, en cuanto el rival nos tose, nos desarbolamos y eso, no debe suceder más, entre otras cosas, porque ya tenemos poco margen, para seguir contando con el halo de equipo fino y rocoso, al mismo tiempo.

Ojo, no nos volvamos locos, que estamos en una zona tranquila, enviando mensajes contradictorios, pero seguimos en una zona cómoda. Una derrota es una derrota, no conviene extrapolar y ver fantasmas, tampoco nos creamos los torpes del grupo. La solución es huir de polémicas hueras y que Rubén Albés, consiga recuperar las señas de identidad de un grupo, que hasta ayer, era laadmiración y la envidia de Segunda.