Escrito por: Bienvenido Picazo
martes, 11.04.2023
La cosa viene de lejos, -desde el ascenso más o menos-, me refiero, claro, a la restauración de nuestro entrañable recinto, que tantas alegrías ha vivido y, sí, tantas lágrimas ha enjugado. Los santuarios se levantan para eso, para recogerse y agradecer o, para llorar, cuando llegan la tristeza y la congoja. Por eso, es un lugar, que conviene más que cuidar, mimar, puesto que, no sólo es un estadio. Creo que la actual dirección, tiene más interiorizado esto de lo que lo tienen, los actuales inquilinos del consistorio;a pesar de ser forasteros quienes rigen los destinos actuales de la niña de nuestros ojos.
Hablando menos de sentimientos y más del proyecto, creo que Albacete ya iba mereciendo (voy a hablar como si todo fuese cierto), un estadio acorde a los tiempos, a LaLiga y a ¡Europa! puesto que la intención de toda la transformación es embellecer el Belmonte y preparar la ciudad para su desarrollo, más allá de la universidad.
Que si las luces, que si las multas de Tebas, que si el marcador “¿marcador, dice usted?”, sí, que si las inundaciones (no por las lágrimas, que hace tiempo ya queno lloramos en público), cada vez que jarrea, y así hasta un montón de mejoras estéticas que estábamos pidiendo a gritos.
En las barras de los bares se oyen voces que critican el hecho de la pérdida de un par de miles de asientos, para acomodar en ellos poltronas de alto abolengo; ahora, sin zona VIP, no se entienden ni las fiestas de Villalgordo del Júcar. El fútbol romántico de tiempos pretéritos, hace tiempo que feneció y con este lavado de cara, Albacete se apunta a las nuevas modas. Me barrunto que el aforo se va a reducir demasiado, pero el conjunto de la actuación creo que va a suponer un impulso al Club, e insisto: también a la ciudad. Quiero creer que, en caso de necesidad, todo estará preparado para ampliarlo de nuevo. Lo que menos me gusta es que se vayan a seguir mojando unos cuantos de entre los nuestros. Me alegro por los vendedores de paraguas e impermeables.
Desconozco quien tuvo la idea de no dar tres cuartos al pregonero, filtrar proyectos, polémicas a priori y esas cosas que entretienen tanto y aportan tan poco, pero ha sido un acierto. De sopetón se nos presentó y en buena hora. A grandes rasgos, se va a facilitar la vida al aficionado permitiendo el acceso por los cuatro costados, y los visitantes entrarán gratamente sorprendidos viéndolo ya desde fuera. Ahora, cuando llegan por primera vez, no les sucede nada parecido.
No entiendo de plazos, ni de ordenanzas, ni de la relación Club-Ayuntamiento, mucho menos de la cosa crematística, sólo ruego a la Virgen de los Llanos, para que lo que se nos ha mostrado con tanto sigilo y tacto, pueda seguir siendo -con los lógicos matices-, en un plazo razonable de tiempo, el orgullo de todos los albaceteños, sean o no aficionados al fútbol, que de todo hay en la viña del Señor.
Al fin y al cabo, todos lo vamos a usar para ver al Alba, o para otros menesteres mucho menos trascendentales.