Rafael Candel, Madrid, el ascenso y el necesario capotazo de San Isidro (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

martes, 09.05.2023

Va a resultar que el poblachón manchego es ciertamente eso. Resulta que uno va tan alegremente por la capital, haciendo de hombre blandengue, buscando trapitos para su prole y se encuentra, de manos a boca, en una terraza con don Rafael Candel. Naturalmente el hallazgo provocó un pequeño cambio de planes familiar, así que interrumpí la, ya de por sí, poco excitante búsqueda de gangas y modas y me detuve a platicar con el oráculo por excelencia, de todo el albacetismo.

Breve, encuentro breve, pero más que fructífero, puesto que el bueno de don Rafael, no se anduvo con milongas y se puso a departir con un intruso que por saludo le espetó:
– Vamos a subir, ¿no es cierto?

Tras la sorpresa por el intempestivo acoso, se avino a proyectar sensaciones y sentimientos con otro albaceteño, en la Villa y Corte.

Dice Candel que, más o menos desde enero, barruntaba la seria posibilidad de ascender, ante, por cierto, el escepticismo de propios y extraños, cuerpo técnico incluido.

Me cuenta que el ascenso que comandó hace más de treinta años, tiene muchos paralelismos con la situación actual, a saber: entrenador bueno (y nuevo), acierto con los fichajes, plantilla modesta, pero hambrienta de gloria, recién subidos de tercera, rivales de mucho postín, pero algo fallones al final y toda la afición implicadísima.
Tan seguro está Rafael Candel, de su lejano y nada estrambótico presentimiento, que, tiene a bien informarme de que, si el Alba gana al Alavés, va a juntar alrededor de unas buenas viandas, al Queso Mecánico, con el Queso Mecánico 2.0. Más que nada para que todo aquello sirva de acicate y ejemplo y de empujón definitivo.

Tiene tiempo también el presidente de Honor de nuestro Alba, para el escepticismo, a propósito de la cacareada reforma del Carlos Belmonte.
– Si no hubiese elecciones a la vuelta de la esquina, podría ser, pero me temo que es otro trampantojo. Ojalá y me equivoque, pero no auguro nada bueno. El Alba, debería ser menos generoso con los políticos; me da igual el signo que tengan.

Se entretiene en contarme, con cierta desazón, algunas anécdotas protagonizadas por regidores de todo pelaje, porque el perjudicado -afirma-, es siempre el Albacete Balompié. Habla del marcador, de la iluminación, de los accesos a la ciudad deportiva, en fin, lo que todos comentamos a menudo y desde hace tanto tiempo.
También conversamos sobre el partidazo pasado, pero no tengo sitio para transcribirlo.

El optimismo se adueñó del momento entre nosotros y nadie nos quita la sensación de que, con permiso de los imponderables del pito, del azar y el destino, este Alba, huele descaradamente a Primera.
La gentileza de quien lo fue todo para nuestro querido Club, ha quedado demostrada, porque no ha tenido más que caballerosidad con este juntaletras.

Gracias don Rafael y ojalá, los más jóvenes de entre los nuestros, tengan ocasión de darse un atracón de felicidad, como el que tuvimos a bien darnos, hace ya demasiado tiempo.