Ahora sí, hasta aquí hemos llegado (Opinión)

Por Silvio Tébar | Excesivo castigo para el Albacete en el play-off, que no desmerece la gran actuación del equipo durante la temporada pero que puso de manifiesto la superioridad del Levante sobre el Alba, especialmente en las dos áreas, como dice Rubén Albés, y que se pudo comprobar claramente. Fue determinante en el partido de vuelta la circunstancia de que, literalmente, se pasó del posible 0-1 al 1-0, pero yo creo que fue determinante solo en el partido, no en la eliminatoria, porque aunque hubiera supuesto un acicate para el Albacete y algo de nerviosismo para el Levante, no creo que hubiera supuesto un hundimiento del equipo levantino hasta el punto de perder la eliminatoria. Esas ocasiones, la del Albacete que no entró y la del Levante que sí –otra vez con De Frutos como protagonista y Brugué como ejecutor- mostraron también lo que iba a ser el partido: un quiero y no puedo de los manchegos y una gran efectividad de los levantinos, ayudada por los desajustes defensivos de un Albacete volcado al ataque que tenía que ir a marcar goles pero ello le suponía encajarlos. Después de este 1-0 ya se vio que la “barca canalleta” no podía bordar el “trasatlántico”, y después del 2-0 ya se comprobó que lo que no puede ser, además es imposible. El Albacete intentó marcar al menos el gol del honor hasta el final, pero no pudo ser, lo que dejó un exagerado 6-1 en el global de la eliminatoria, excesivo castigo como hemos dicho al principio que no se corresponde con la temporada que han hecho uno y otro equipo ni con la superioridad del Levante sobre el Albacete, pero en este deporte –en los resultados- lo que cuenta son los goles marcados. Parece que contra el Alavés no lo tendrá tan fácil el Levante.

Tras esto, hay que llevar a la práctica las palabras de Manu Fuster: “Hemos cimentado las bases para el futuro”, que no sea la excepcional temporada (viniendo de donde se venía) flor de un día o de un año, que realmente el club se consolide a partir de “los cimientos” de esta temporada, empezando por la pronta reafirmación de que Albés se queda -al menos un año más-, de que Alfonso Serrano se queda, y a partir de ahí, ir despejando también las incógnitas de altas y bajas de jugadores (aunque la plantilla se cierre en agosto con retoques, habría que dejar en este mes la columna vertebral del equipo confeccionada), para intentar hacer el próximo curso otra buena temporada, si no como ésta, al menos sin sobresaltos y con buen juego. Si los cimientos están puestos, que construyan sobre ellos. ¡Aúpa Alba!