Escrito por: Bienvenido Picazo
miércoles, 14.06.2023
Parece mentira, pero ya ha pasado todo. Lo que empezó en Riazor, ha tenido continuación y final feliz un año después. Tras el inesperado, pero indiscutible éxito de la subida in extremis (añado que, a punto de recibir la extremaunción), en el Albacete Balompié se hicieron las cosas con mucho tino, reflexión y prudencia, porque con la hucha tiritando, cambiar de categoría no era ninguna bicoca. Se tuvo que agradecer a algunos su paso por el Belmonte, del mismo modo que, necesariamente, hubo que ir a “Los Invasores”, a tratar de encontrar agujas en pajares desconocidos, llenos de baratijas y gatos por liebres. Y, todo salió bien; pero no por azar.
Este año hemos vivido otra promoción y, aunque el resultado final, no ha sido tan exitoso, estamos en una situación muy similar a la del curso pasado. Si entonces, las cosas se hicieron con el acierto que ya hemos comentado, no veo por qué no habría de suceder lo mismo en el presente.
Después de haber animado, y de qué manera, la categoría más diabólicamente difícil, después de haber flirteado con el ascenso, después de haber presentado a la alta sociedad un entrenador enorme y a media docena de grandes jugadores ¿qué esperábamos?, pues que todo el mundo quiera pescar en La Llanura. Nos debe enorgullecer el saber que, los paletos de Albacete, de vez en cuando, dan con la tecla y se convierten, para muy bien, en la comidilla de toda España.
Debemos estar preparados para vivir unas semanas, llenas de idas y venidas, rumores y serpientes de verano. Si todo se resuelve como el año anterior, podemos sestear tranquilos, porque seguimos donde estábamos; hemos, eso sí, ingresado algunos euros extras que nos han venido de rechupete, pero nuestra única prisa es conseguir los cincuenta puntos, así que, consolidemos el proyecto que ya habrá tiempo para sueños más húmedos. Esta temporada, debemos considerarla como excepcional; nadie imaginó tamaño recorrido cuando empezamos en Lugo, así que no nos volvamos locos y sigamos pensando con modestia y humildad.
El Albacete no puede, ni debe, competir con economías protegidas, haríamos muy mal hipotecando el futuro con futbolistas o contratos por encima de nuestras posibilidades. No podemos tirar con pólvora del rey, la austeridad y el sentido común deben presidir todas las decisiones de calado. Basta con mirar la nomenclatura de históricos que están con el agua al cuello, para tomar buena nota de cómo no hay que hacer las cosas.
La base es la misma, por lo que, tenemos la certeza de que estamos en buenas manos, la propiedad está cumpliendo su palabra y su empeño y nuestra secretaría técnica, es propia de un club con ínfulas europeas. La que viene, debe ser una temporada de transición, así es que se impone consolidar y fortalecer nuestro Club.
Ahora sólo falta que el nuevo ayuntamiento le dé una buena mano de pintura al Carlos Belmonte y podamos presentarnos decentemente ante la nueva temporada. Si cumplimos estos parámetros, la buena suerte vendrá por añadidura.