Escrito por: Rodrigo Quero
sábado, 03.06.2023
La controversia se hizo presente en el encuentro de ida de las semifinales del playoff de ascenso a primera división entre el Albacete y el Levante. El segundo gol del Levante, que fue validado por los árbitros, debería haber sido anulado por fuera de juego. El jugador que participa en la jugada del gol, Roger Brugué se encontraba por delante del balón, y a pesar de una revisión de cuatro minutos desde el VAR, el gol fue concedido. Simplemente vergonzoso.
Esta situación revive viejas heridas para el Albacete, que en el último playoff disputado contra el Mallorca también se vio perjudicado por decisiones arbitrales. Parece que la historia se repite en esta nueva fase eliminatoria. El arbitraje ha sido cuestionado y se señala un claro favoritismo hacia el Levante. El árbitro mostró una actuación pobre, favoreciendo con faltas pitadas a favor del equipo granota y dejando impunes las infracciones contra el Albacete.
El cuadro granota aprovechó las numerosas pérdidas de tiempo sin recibir amonestaciones por ello, generando más frustración en el equipo local y sus aficionados. Además, sorprendió la escasa cantidad de tiempo añadido al final del segundo tiempo, a pesar de las múltiples interrupciones sufridas durante el encuentro.
El arbitraje de Busquets Ferrer en este primer partido de las semifinales ha sido calificado como triste y lamentable. El enfado entre los seguidores del Albacete es monumental, y no es para menos. Este arbitraje perjudicó significativamente al equipo local y dejó un sabor amargo en todo el entorno albacetista.
La facilidad con la que parecen arbitrar al Albacete genera una profunda indignación en los aficionados. La confianza en la imparcialidad y equidad arbitral se ve socavada por situaciones como estas. Es necesario que se tomen medidas para garantizar una actuación justa y objetiva por parte de los árbitros, evitando que decisiones erróneas condicionen el desarrollo y el resultado de los partidos.