Llegó el gran día (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

viernes, 02.06.2023

Desde hace semanas, era vox populi que íbamos a llegar a la promoción, lo único que nos faltaba era conocer el rival. El Levante UD, es el equipo con el que el azar nos ha regalado un doble duelo, sin posibilidad de hacer prisioneros; el que temple mejor los nervios, será quien se lleve el gato al agua. No hay muchas más vueltas que darle. El Albacete 2022-23, todos lo sabemos, acude con nota sobresaliente a la repesca.

Los valencianos, aparte de vecinos, son un rival al que nos hemos enfrentado, en todas las categorías imaginables, diríase, por tanto, un duelo de la máxima rivalidad, sino regional, sí histórica. Este año, nos hemos visto las caras en el partidazo del Carlos Belmonte que, pese a nuestra derrota, nos puso a soñar, y en el de vuelta en Orriols, que, por mor de un capricho arbitral, nos privó de otro duelo de altura, aunque el Alba demostró que sabe defender y asustar, con el mismo garbo. Y en Valencia, toda España vio de lo que es capaz nuestra afición, aquello más que el Ciutat, parecía nuestro Belmonte. No me extraña en absoluto, que los granotas, hayan tomado nota y, en esta ocasión, sólo dejen pasar a una pequeña representación de lo que fue aquello.

Lo que se va a vivir en Albacete, es la primera parte de lo que terminará a mitad de la semana próxima, así que, que nadie se llame a engaño, ya que la solución a la incógnita de la ecuación se despejará en la patria de la horchata.

Los valencianos son los claros favoritos, por muchos motivos, el único resquicio por donde nos podríamos colar es por el hecho de llegar con mucha moral, tras haber hecho una temporada inmaculada y tener la confianza de sabernos capaces de jugarles de tú a tú a los más grandes de la categoría. Los azulgranas, sin embargo, penan, porque estaban hechos para subir automáticamente y, de repente se ven envueltos en estos berenjenales, donde el más mínimo error, se penaliza con la muerte súbita.

Lo que parece claro es que Rubén Albés, seguirá erre que erre, con su agresivo guion y que los levantinistas, tienen interiorizado que vuelven a un escenario que no será el de la primera vuelta. Pero más allá de todo esto, todos sabemos que esta semifinal a doble partido, ningún futbolero de bien, se la va a perder. En Albacete se vio, probablemente, el mejor partido de toda la Segunda división, sin embargo, nadie sabe lo que sucederá esta vez; las fuerzas están más igualadas, pero son ellos los obligados a ascender.

Nosotros, hace rato que ya nos dimos por satisfechos, aunque sería de cretinos, no reconocer, que el horizonte de la subida a Primera, nos suena a música celestial. Los espectadores neutrales, en su inmensa mayoría, coinciden en que si fuese el Alba quien finalmente subiese, no sería de ninguna manera inmerecido.

La coda y mi más ferviente deseo es que, el flautista de Hamelín esté a la altura y no dé ningún concierto intempestivo; y, sus amigos del VAR, hagan lo propio. Este año, ya los hemos sufrido bastante.