Hablemos de historia con minúsculas (Opinión)

Queda más de un mes para que vuelva a rodar el balón en el Carlos Belmonte, de forma oficial. Quedan todavía compras y ventas, ajustes, toda la pretemporada, sorpresas finales y, todo lo que el verano acarrea: rumores, apuestas, retos, objetivos, sueños y brindis al sol, muchísimos brindis al sol. En Albacete no nos gusta lo de vender humo y, más allá de los naturales dimes y diretes, hasta el momento presente, las cosas se están haciendo con cierto sigilo y sin prisas. Y, con discreción, que faltan muchas fechas hasta que se acabe el plazo del mercadeo y las presuntas baratijas.

La que viene, será la vigesimosexta temporada que nuestro Albacete Balompié, milite en Segunda División. Si nos atenemos al número de puntos obtenidos, en la clasificación histórica de esta categoría, los “tricastillos” ocupan el puesto vigesimoquinto. Hay treinta equipos que han jugado más veces que los nuestros en la categoría de plata, algunos de los que nos preceden juegan en Primera, pero otros muchos, están por debajo de nosotros.

Solamente para contextualizar y relativizar, convendría no perder de vista estos datos, para cuando pasemos algún bache.

Prueba de que este curso el Alba no tendrá ninguna presión es que, entre los ilustres que nos acompañan, hay dos equipos que han ganado varias veces la Copa del Rey, Real Zaragoza (6) y RCD Espanyol (4), y hasta otros cuatro han sido finalistas: Real Valladolid (2), Spórting de Gijón (2), Rácing de Ferrol (1) y nuestro vecino, el Elche CF (1). La historia cuenta mucho y estos equipos están obligados por ella, a quedar por encima de nosotros.

Tras la temporada pasada, imagino que la que viene, el Alba, tratará de consolidar la posición y los cincuenta puntos, volverán a ser el objetivo mayor de la nueva aventura. Obligarnos a emular lo conseguido u otras cotas más altas, entra directamente en el ámbito de la temeridad. Ya sabemos lo que nos suelen costar la apuestas sin comodines. Corramos un tupido velo.

Según mis cuentas, no sólo las seis mentadas escuadras están por encima de nosotros, luego está el factor dinero y el potencial puramente deportivo. En este otro apartado, cuento hasta con un mínimo de otros cinco o seis equipos, o sea, que nos ponemos enque la mitad de la categoría sigue estando por encima, o muy por encima, de nosotros. Los clubes cambian, unos suben otros bajan, pero el Alba sigue necesariamente con su particular travesía por el desierto.

No debemos negar que la temporada pasada, ha resultado un maná inesperado, pero, así y todo, seguimos lejos de la elite. Ya hemos demostrado que, con lo puesto, somos capaces de tutear a cualquiera, pero siempre sabiendo que somos el Alba. Lo que para otros es, pura calderilla, para los de La Mancha, supone un cuponazo de los gordos.

Quizá cuando estas líneas vean la luz, ya hayan envejecido, pero lo que no podemos desdeñar es nuestra capacidad y nuestro saber hacer. Desconozco, por supuesto, la letra pequeña de toda la Institución, pero se me antoja que, la nueva corporación municipal, debería pensar en echar alguna mano con el estadio, porque buena parte de nuestras ilusiones, pasan por la tan cacareada mano de pintura, que no termina de concretarse.

No perdamos de vista que el nuevo curso está más lleno que nuncade ilustres, preparémonos a asumir nuestro destino: cincuenta puntos y no perder el norte. Primero consolidar, luego, Dios dirá.