Escrito por: Hugo Piña
martes, 12.09.2023
Sigue coleando el Tenerife – Albacete del pasado sábado en el Rodriguez López. Y una de las cuestiones a tener en cuenta por los jugadores y técnicos del equipo manchego fueron las temidas reacciones al ver tan grande injusticia de los árbitros contra los intereses del Alba.
Lo más lógico y normal, llegados a ese momento de ira y rabia, hubieran sido las típicas disensiones contra el equipo arbitral. Después del penalti no señalado sobre Dani Escriche en el minuto 1 y sí el ajusticiado contra Riki y el Alba, después del robo en el gol ilegalmente anulado a Agus Medina, después de la segunda amarilla que tuvo que ver Enric Gallego sobre Glauder, y después del plantillazo sobre Juanma García de Amo y que era de VAR y expulsión.
Después de todo ello, los jugadores y técnicos desplazados el fin de semana hasta Tenerife aguantaron de manera notable su rabia contenida hacia los árbitros. Difícil era, viendo la ingente cantidad de errores cometidos hacia los intereses albacetistas.
Sin embargo, los jugadores afrontaron la situación con una madurez intachable y Andrés Fuentes Molina ni tan siquiera pudo mantener su descrédito hacia las malas formas de los del Alba. El equipo acabó semejante partido de fútbol con tan solo una amarilla, la vista por Riki en el minuto 81’ después de una acción que la merecía tras cortar un posible contraataque rival.
El único integrante que sería amonestado por el ínclito Fuentes Molina en Tenerife fue Rubén Albés, quien en el 32’ de partido vio la amonestación amarilla: «fue amonestado por el siguiente motivo: Por desaprobar con palabras, acciones y gestos una de mis decisiones», refiriéndose al momento en que el trencilla anuló el gol de Agus Medina. Una acción polémica que todavía hoy, tres días después, sigue estando en boca del albacetismo.
