Escrito por: 5 más el descuento
viernes, 29.09.2023
Escucha uno tantas bobadas y ve tantos intereses manipulados, que cuando se trata de hablar de cuánto perjudican los árbitros a los monstruos de Primera, que todo lo que tocan, y, como el Rey Midas, pero al revés, lo convierten en, sí, en eso justamente, en eso que usted está pensando. De modo que, a veces, me alegro de que nuestro Alba, milite en una categoría donde los monstruos de siete cabezas, antes mencionados, no aparecen, ni ellos, ni sus canteras. Qué aburrimiento y qué dolorosas risas provoca, el oír hablar del daño que los árbitros les han hecho históricamente, a los que, con más desahogo y desvergüenza, han beneficiado.
A otra cosa, que viene el FC Andorra.
Tercer año consecutivo que recibimos a los del Principado, hemos pasado por todo contra ellos y, me temo que seguiremos encontrando roca berroqueña en el nuevo enfrentamiento. Están por encima de nosotros, a estas alturas no es mucho decir, pero conviene no obviar el dato. Desde hace algunos años, se ve que allí hay un proyecto (vaya, que hay muchos cuartos) y un plan que apunta más alto; seguro que cuentan con madurar el asunto unos años en Segunda y, en menos de un lustro, atacar la cumbre. De momento se conforman con salvar la categoría, más o menos como nuestro Alba, pero con algo más de peculio.
Las salidas nos están costando algunos disgustos, pero sólo en lo que a los puntos concierne, porque el equipo sigue jugando bien y mereciendo algo más que saludos desde el tercio y aplausoscariñosos. Mientras se continúe por esos derroteros, no tenemos por qué preocuparnos, el buen juego se penaliza a corto plazo, pero la perseverancia, a menudo tiene premio.
Andorra y Albacete más allá de los detalles crematísticos, se puede decir que llevan vidas paralelas, pero si los andorranos rascan sus puntos a base de testosterona y solidez, al Alba le están perjudicando, justamente esos equipos que viven el fútbol con rudeza y buscando no perder. Eso es lo que me malicio, vamos a tener en la visita de los tricolores a nuestra casa, pero no sé si les alcanzará, porque el Alba, si tiene el día de cara, puede dar un serio disgusto a cualquiera.
La alegría que muestran los blancos, aunque nos haya costado algún punto, debe seguir siendo nuestra seña de identidad, es imposible que continue la mala puntería toda la temporada. Y, a paciencia y buen hacer, pocos equipos nos pueden emular.
El hecho de que nuestra hinchada aplauda y anime, aun cuando pintan bastos, demuestra el compromiso y la madurez de nuestro público, que prefiere alegría y ganas de jugar bien antes que los patadones y la ramplonería.
Nos espera un partido duro, tirando a durísimo, con un equipo que sabe latín y conoce nuestras debilidades, que no son, ni más ni menos que el gusto por jugar bien, con lo que, incluso conformándose con el empate, nos pueden penalizar, pero el Alba de Albés, no está hecho para nada más que ganar como sea, este equipo quiere jugar bien. A veces lo consigue, pero el fútbol suele premiar a los pícaros. No caigamos en la desesperanza y, sobre todo, hagamos caso omiso del VAR y, del trencilla que nos han colocado en suerte.