Escrito por: Bienvenido Picazo
domingo, 03.09.2023
El Albacete Balompié hizo un partidazo. Aquí podrían terminar estas letras, porque quienes vimos el partido, no sacamos otra conclusión, bueno sí, que el equipo no es malo, ni que siempre, desgraciadamente, vaya a jugar como contra el Real Valladolid. Es cierto que, en los anteriores partidos, tuvo momentos brillantes y que sólo la mala puntería nos privó de matar a los rivales, pero también que en algunos momentos algunos de los nuestros, deambulaban un poco sin ton ni son. Sólo se me ocurre pensar que el psicólogo ha vuelto al vestuario y ha sincronizado los relojes de todo el mundo.
El Valladolid, uno de los favoritos al ascenso directo, nos decepcionó algo, pero no es menos cierto que el otro día, cualquier otro equipo también se hubiese ido de vacío, porque el Alba estuvo intratable. Cuando los nuestros agarran la pelota, corren, triangulan y tuya mía, tuya mía, no hay rival que lo soporte.
El desgaste físico fue sorprendente a estas alturas, pero se vio que cuando un jugador está enchufado, no hay calambres ni cansancios que valgan. Temí por el rendimiento en la segunda parte, pero resulta que estuvieron más incisivos; qué presión más asfixiante, qué manera de desarbolar al rival. Viendo el segundo acto, era inevitable recordar el aforismo, evidente, pero que algunos desprecian, aunque no se puede decir que sea el caso deAlbés: “la mejor defensa, es un buen ataque”.
Este balsámico partido ha servido para mucho más que sumar tres puntos: el mosqueo ha desaparecido, el túnel no ha sido tan largoy la gente, ¡ay! la gente, qué afición tiene el Alba. Pero haríamos muy mal en pensar que ya se nos ha puesto la cara del año pasado, estamos viendo que sigue la igualdad y que si no corres más y mejor que el rival, tienes muchas posibilidades de morder el polvo. El mejor ejemplo lo vivimos contra los violetas del Pisuerga, corrimos ¡de qué manera!, y con mucha inteligencia y bravura. Se podría haber perdido, y la sensación sería la misma, pero se ganó tan bien, que, según mis cuentas, han sido más de tres puntos.
Y, es que, lo mejor del partido fue precisamente eso, que se jugó bien, muy bien en algunos momentos, eso y sólo eso, fue lo que hundió a nuestros insignes visitantes, el comprobar que el Alba estaba jugando superior, y cuando un equipo vuela, no hay muchos que estén capacitados para disparar y acertar.
Estamos viendo cómo algunos equipos ya están asomando la patita, o sea que, cada partido va a ser a cara de perro, los favoritos siguen siendo los favoritos, pero los que no lo eran tanto, también se van a meter a jugar en el patio de los mayores. El Alba, tras lo visto el otro día, debe seguir con su plan: sumar cincuenta, cualquier otro sueño, ahora mismo, no hará sino generar una ansiedad que es cualquier cosa, menos una buena compañera de viaje.
Lo importante es saber que ya se cerró el mercado y que el Alba ofrece garantías para llegar al objetivo, no importa tanto el cuándo se llegue, pero sí el cómo. La temporada es demasiado larga, como para sacar alguna conclusión ahora mismo.
Tras toda esta palabrería, caramba, cuanto se agradece ver jugar a los nuestros de estas maneras.
Estamos en buenas manos, el cuerpo técnico ha demostrado sabermanejar con mucho tino lo que los aficionados, lógicamente por forofismo, ni podemos ni sabemos.