Paciencia y fe en nosotros (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

sábado, 28.10.2023

Yo estoy tranquilo porque hay un plan. Los que me conocen ya saben lo pesado que me puedo llegar a poner con este axioma, pero es que, por culpa de mi calendario particular, ya he visto muchos partidos y muchas temporadas y, en la mayoría de las ocasiones, quienes fracasan, son aquellos que, aparte de resultados, no tienen nada más que ofrecer. Rubén Albés, ya dejó bien claro el curso pasado que ganar está fenomenal, eso no lo puede discutir nadie, pero lo que de verdad es primordial, es hacerlo con juicio y método, no así, a la buena de Dios.

Tan es así, que hemos visto unas cuantas veces, no ganar en el Carlos Belmonte y, el público, sin estar encantado, salir con la sensación de que el Albacete Balompié está en buenas manos. En fútbol, esto se puede y debe calificar como de milagro, porque no es fácil dar con un entrenador osado y con un buen equipo técnico que sostenga toda la apuesta.

Cuesta encontrar cierta lógica a la errática trayectoria numérica de los nuestros en lo que llevamos de función 2023-24, pero no debemos quedarnos mirando el dedo, sino a la luna que nos ofrece el juego que despliega el Alba en muchas ocasiones. Sucede que, por mor de los rivales o la cicatería de estos, o simplemente, por pura impericia final o que la suerte no termina de echarnos una mano, pues nos vemos en una zona que nos deja cierto desasosiego. Mas no debemos caer en la desazón de los caprichosos números, sino en cómo se despliegan y juegan los de blanco.

La SD Huesca, parece un traje hecho a medida para empezar a cambiar el rumbo, pero mal haríamos en perderle el respeto a un equipo que, a buen seguro, estará pensando lo mismo que nosotros. Debemos saltar a El Alcoraz, con la misma concentración y determinación, que si se tratase del mismísimo Anfield Road. Olvidemos la clasificación y juguemos para divertirnos, la liga es larguísima y un partido sólo son tres puntos, no nos obsesionemos con ganar; nuestra única fijación debe ser la misma que las ocasiones anteriores: tratar de jugar bien al fútbol.

En seis partidos, todavía no han conseguido los oscenses ganar en su cancha, pero eso, ya he dicho que sólo son números y más, teniendo en cuenta que, hasta ahora, al Alba se le atraganta jugar fuera. Dejemos las estadísticas para cuando toque hacer balance, porque a pesar de su situación, a los azulgranas de Aragón, les hacen menos goles que a nosotros. O sea que, podríamos decir que llevamos vidas paralelas, con algunos matices que nos favorecen, pero tampoco tan esclarecedores como para pensar en poner en frío el cava manchego. Está muy rico, y ya habrá tiempo de saborearlo, ahora conformémonos con sacar la cabeza y desperezarnos de la mala pata que nos está condenando a la duda. Porque sólo tenemos eso, unas pocas dudas, aunque esas no van a conseguir quitarnos toda la ilusión que seguimos teniendo en nuestro Alba. La ilusión que seguimos conservando intacta, no es puro forofismo, como bien podría pensarse, es simplemente que lo que se nos ofrece nos dice que sí, que el Alba pierde a menudo, pero todavía no lo ha hecho de forma lamentable.

Mientras haya un plan bien concreto y definido, no tenemos razones para dejar de confiar en los nuestros. Prescindir de la paciencia, justo ahora, sería un suicidio, la paciencia es necesaria, sobre todo cuando sabemos que estamos en buenas manos.