Escrito por: Rubén Oliva
domingo, 12.11.2023
Con dos puntos de los últimos quince posibles y un mar de dudas por los números cosechados, se plantaba el Albacete en casa de un candidato al ascenso repitiendo el once titular de la semana pasada. Y aunque empezó dispuesto a generar, el jarro de agua fría volvió a producirse con la primera llegada del rival: 1-0 en el minuto 10 a través de un Mario Soriano que volvía a aprovechar un desajuste defensivo. La más difícil todavía para un Alba que volvía a encontrarse impreciso en el último pase y veía cómo a nivel defensivo temblaba con cualquier llegada de un Éibar con mucha calidad en su ataque.
Buenos minutos para un Bernabé que se convertiría en el protagonista del primer acto al parar un penalti cometido por Olaetxea y que Stoichkov fallaba en el minuto 42. El Albacete se marchaba al descanso perdiendo por la mínima y volviendo a demostrar ser un quiero pero no puedo.
El paso por vestuarios provocó una transformación total y al estilo programa de televisión el Alba salió siendo otro. En el segundo acto solo compareció un equipo y los manchegos embotellaron a un rival superado. La entrada de Quiles en el 56 también resultó clave para encontrar ocasiones, aunque sin ver portería. Sin embargo y de la manera más difícil el Alba conseguiría la igualada con el golazo de Agus Medina en el 66 con un trallazo desde lejos. Más ocasiones de Escriche, Quiles y el propio Medina dejaron al Albacete cerca de la victoria que para nada habría sido injusta a pesar de unos últimos minutos de infarto con llegadas de peligro para ambos.
Importante punto para el Albacete en un complicado escenario como Ipurúa pero mejores sensaciones aún para un equipo valiente que hizo una segunda parte brillante.