Escrito por: 5 más el descuento
martes, 07.11.2023
Por Silvio Tébar |
Si el partido ante el Huesca dejó malas sensaciones, el de la Copa las dejó malísimas, evidenciando la nulidad en ataque y que el equipo, al encajar un gol, se viene aún más abajo. El partido de Huesca había que ganarlo –como en Alcorcón- pues los oscenses mostraron por qué van los penúltimos, y era muy difícil que le marcaran un gol al Albacete pues son romos en ataque. El Albacete fue a no perder, a no encajar pero también demostró (con el Terrassa sería peor como vimos después) que está lejos de su mejor forma, especialmente los jugadores más incisivos y que tienen no solo que crear peligro sino materializar las ocasiones, pero claro tiene que tener muchas más de las que tuvo para anotar algún gol. Al menos mantuvo la puerta a cero, no como en Terrassa que, con un fallo garrafal en defensa y atacando sin lanzar a portería, no podía conseguir más que la derrota.
Después del descalabro copero vino el Elche, contra el que se jugó bien, se mejoró mucho la imagen dada en tierras catalanas, pero al que para ganarle hacían falta dos “milagros”; se produjo el primero, que Escriche marcara (después de haber tenido una ocasión magnífica, casi imperdonable), pero no el segundo: no entró el tiro de M. Fuster al larguero. El equipo lo intentó hasta el final pero, pese a estar más de media hora con superioridad numérica, no pudo conseguir la victoria –al menos encajó solo un gol y Bernabé no estuvo mal-, atascado en ataque queriendo entrar por el centro y centrando mal las pocas veces que entraba por las bandas, y sin soluciones en el banquillo, de ahí que Albés hiciera solo un cambio.
Entre Huesca y Elche se tendrían que haber sumado 4 puntos para ir menos exigido a Éibar, porque contra éste muy bien se tiene que dar para sacar un punto (aquí sí que sería un milagro ganar visto como están uno y otro equipo).