La historia de Erika, la joven albacetista que lucha contra el Arnold Chiari

En un conmovedor gesto de solidaridad, el Albacete Balompié ha decidido dar visibilidad a la historia de Erika, una joven albacetista que lucha contra una enfermedad rara y degenerativa conocida como Arnold Chiari. La iniciativa del club no solo busca concientizar sobre esta poco conocida enfermedad, sino también destacar la valentía y fuerza de Erika.

Erika, junto a su familia, fue recibida en la ciudad deportiva, donde tuvieron la oportunidad de conocer a los futbolistas y presenciar un entrenamiento. La madre de Erika, Ana Belén, habló para las redes sociales del club detalles sobre la enfermedad que afecta a su hija, agradeciendo al Albacete Balompié por brindarles la oportunidad de dar visibilidad a una realidad que a menudo pasa desapercibida.

Arnold Chiari, una enfermedad que actualmente no tiene cura ni tratamientos específicos, ha impactado la vida de Erika de manera significativa. Comenzó perdiendo la vista, experimentando problemas de equilibrio y quejas de dolor en diferentes partes de su cuerpo, especialmente en el lado izquierdo. La joven fue sometida a una complicada operación en Valencia, abriendo su cráneo para intentar frenar los síntomas y una año después volvió a ser operada.

Actualmente, Erika se encuentra en proceso de revisiones médicas para evaluar la evolución de la enfermedad. Su historia toca los corazones, ya que Ana María busca no solo sensibilizar sobre Arnold Chiari sino también promover la investigación y estudio de esta enfermedad. En Albacete, no están solos; hay otras tres personas jóvenes y una mujer que enfrentan la misma realidad.

La enfermedad solo se estudia en Barcelona y Estados Unidos, lo que destaca la necesidad de más investigación y concienciación. El Albacete Balompié ha contribuido a este llamado al mostrar un gesto de apoyo inolvidable. Manu Fuster e Higinio, prometieron una celebración dedicada a Erika en caso de que alguno de ellos marque un gol, recreando con el dedo la forma de la cicatriz en la parte posterior de la cabeza de Erika.