Escrito por: Bienvenido Picazo
viernes, 03.11.2023
Ya son demasiados desdenes hacia la Copa por parte de nuestro Alba, aunque bien mirado, hay que reconocer que no parece que se haya tirado el torneo del KO por la borda, sino que el equipo no está para mucho más. Infunde tristeza y sudores fríos, ver a los nuestros impotentes corriendo sin ton ni son, humillados por un equipo inferior en todo, menos en pundonor. Felicitemos al Terrassa FC y pasemos, sin solución de continuidad al Elche CF, que estos sí que no son ningún equipo en busca de sus cinco minutos de fama.
Los ilicitanos llegan a Albacete arropados por un millar de seguidores dispuestos a seguir con su buena racha. Ciertamente, tienen todo a favor, empezando por el momento de forma que arrastran nuestros blancos y siguiendo porque ya le han tomado el pulso a la categoría. La papeleta para los de Rubén Albés, tiene mucha miga, porque viendo al equipo titular rozar la ignominia en Tarrasa, es lógico pensar que, con un rival de tanta entidad como el alicantino, vamos a pasar un mal rato en el Belmonte.
Sucede que en Segunda cualquier cosa que pasa es normal, cualquiera puede ganar a cualquiera y, en cualquier campo, así pues, quién no nos dice a nosotros que vamos a resurgir ante los franjiverdes. Algo extraño está pasando en el vestuario blanco, porque no es normal perder tanto y de tan malas maneras, porque hasta ahora, no habíamos visto jugar tan mal al Albacete. Quiero creer que en algún momento saldremos del marasmo y bien podría ser en el próximo partido, pero siendo realistas, en tres días, no sé si seremos capaces de darle la vuelta a la situación.
Hasta ahora, el bache, lo habíamos solventado con el buen juego y la mala suerte, pero esta semana nos hemos dado de bruces con la realidad, veremos si tras el paso del Elche, la crudeza de la situación hará que al equipo haya que ingresarlo directamente en la UVI o, por el contrario, el severo disgusto de la Copa, se convierta sólo en un mal recuerdo.
Desde todas las instancias del Club, parece que se empiezan a ver las orejas al lobo y se están disponiendo ya las medidas para tratar de contener la hemorragia. Lo que pone a toda la afición de acuerdo es que, efectivamente, el Albacete Balompié está en crisis. Consuela pensar que estamos todavía muy lejos del desenlace de la temporada, pero muy mal haríamos en tratar esta fiebre con un par de aspirinas. Los síntomas que queríamos ocultar durante el último mes nos han estallado en mitad de la semana, y está muy bien que tengamos tiempo; sólo deseo que sea una cuestión futbolística y no haya que recurrir a demiurgos o a tratantes de almas en pena. Dicen que hay curanderos que todo lo tratan y lo pueden, pero yo me conformo con que el cuerpo técnico no necesite pócimas de crecepelo y que el vestuario no salga por peteneras con algún damnificado.
En suma, sólo espero que sea una cuestión puramente deportiva y de estados de ánimo y físicos, otra cosa, sí que nos pondría directamente en guardia y en busca de santos para devocionarios y novenas.
No es momento de desenfundar las navajas, es la hora de la unión y de gritar más fuerte que nunca ¡Aúpa nuestro Alba!
