Escrito por: Hugo Piña
domingo, 10.12.2023
Pocos jugadores son a día de hoy más queridos por la afición del Albacete Balompié. Manu Fuster por su trayectoria y humildad, y Dani Escriche por su entrega. En las antípodas de sus cualidades como futbolistas pero que encajan -supremamente- en el equipo.
Pocos calificativos existen más para presentar a Manu Fuster. El mago del Alba ha sido y sigue siendo el faro de Rubén Albés. Y más si su estado de forma es el de los últimos partidos, donde suma talento en la medular y acierto en el perfil izquierdo. Sus asistencias y goles son más del 40% del caudal ofensivo que atesora ahora mismo el Albacete en su casillero. Dicho de otro modo, Manu Fuster representa mas del 40% del Alba de Albés a día de hoy.
Y en cuanto a Dani Escriche hay que destacar su fe, su relación amor odio con el gol pero sobre todas las cosas su incansable labor. Quizá por ello sea el ojito derecho de Rubén Albés, quien desde la llegada de Escriche el pasado verano ha jugado absolutamente en todos los partidos. No es casualidad por tanto que el vigués opte por un Dani que en las últimas fechas para ser más travieso que nunca. Dos goles en Ferrol, dos asistencias de gol ante Zaragoza y Villarreal B… parece que Escriche se está ganando a pulso todo el merecido reconocimiento de la afición del Belmonte.
Y el coliseo albacetista sabe de fútbol y por ello reconoce la labor de dos de sus futbolistas preferidos. Para muestra un botón en los cambios de ayer: ovación cerrada tanto a Manu como a Dani. Pocas veces un jugador ha conseguido que se corease su nombre por una parroquia que ve en su esfuerzo el merecido reconocimiento. Ovación cerrada y coreando sus nombres que se hace extensible al resto de equipo y cuerpo técnico.