Escrito por: Hugo Piña
domingo, 14.01.2024
Enésimo capítulo y enésimo partido donde los errores defensivos condenaron las ilusiones del Albacete Balompié. Esta vez, de nuevo en el Ciutat de València, donde los de Rubén Albés se toparon con su particular bestia negra.
Las buenas intenciones desplegadas por el Alba en los primeros compases no sirvieron para absolutamente nada. Ni el gol de Manu Fuster anulado por el VAR ni la más que polémica decisión de Trujillo Suárez con Luis Muñoz tras su entrada sobre Alberto Quiles. Nada sirvió a un equipo que parece tener océanos defensivos y que el rival volvió a aprovechar para sacar el máximo rédito posible.
Bouldini y Pablo Martínez rememoraron el día de la marmota de una retaguardia defensiva en la que los de Albés mostraron ser tan frágiles como el papel de fumar. Djetei cuajó un partido espantoso en cuanto a decisiones individuales y con ellas perjudicó los intereses colectivos del Alba. Las buenas intenciones planteadas al inicio de partido sucumbieron con las decisiones del camerunés.
Condicionado nuevamente el guión de partido por la verbena defensiva que mostraban, los de Rubén Albés intentaron variar el sino del mismo para obtener algún tipo de botín. Y los cambios del vigués en la segunda parte lo hicieron, creciendo en presencia en área rival pero sobre todo mostrando mordiente.
Primero Juanma García tras asistencia de Manu Fuster y después Higinio con ayuda de Andrés Fernández igualaban a 2 el marcador. Tremendo como el punch de los cambios había agitado el asunto en el Ciutat. Otro día por cierto hablaremos del asistente 2 de Trujillo Suárez, que erró en las dos decisiones de los goles del Alba y tuvo que ser asistido por el VAR.
Pero la lucha fue en vano para los de Rubén Albés cuando Bouldini empaló minutos después el 3-2 definitivo. Brugué creyó más que nadie en ese balón y el propio Bouldini se deshizo cuál azucarillo de Ros. Bernabé tampoco estuvo atento y el delantero granota devolvió la alegría al estadio local.
Mala defensa, peor arbitraje y nula fortuna. Porque todo lo escrito anteriormente se hubiera dulcificado si la diosa fortuna hubiera querido que Higinio con su cabezazo en el 94’ igualase a tres el marcador. Pero no, no fue la tarde de un Albacete que volvió a evidenciar su pésima gestión en área propia cuál día de la marmota.
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