Escrito por: Bienvenido Picazo
viernes, 02.02.2024
No me animo a buscar en los archivos y hemerotecas, porque tampoco hace falta retrotraerse mucho en el tiempo, pero la situación que vive el Albacete Balompié no es, en absoluto, novedosa.
Cada cierto tiempo, vuelta la burra al trigo y venga sufrimientos, incertidumbres, decepciones y anhelos por un futuro mejor, es nuestro sino.
No vengo con ánimo resignado, todo lo contrario, pero no sería sincero conmigo si les confieso que esta historia deberíamos tratar de cambiarla de una vez por todas. Estamos en una situación pintiparada para volver el calcetín del revés, porque auguro que, si salimos de esta, y estoy seguro de que vamos a salir, el Alba entrará en una época de cierta estabilidad, por lo menos, para los próximos cinco años.
Alguno pensará que, sí, sí, a otro perro con ese hueso, pero sigo sin ver el desastre en el césped por ningún lado.
En el peor de los casos, no pasaría nada, puesto que, en mucho peores garitas, ha hecho guardia la niña de nuestros ojos.
El FC Cartagena, no es ni el mejor ni el peor rival que nos podría tocar en estos momentos aciagos, la cosa se reduce a que, si ganamos bien y si perdemos mal, da igual quién esté enfrente.
La mejor noticia es que, por fin, se acabó el mercadeo y ya todos estaremos concentrados. Y, ya que me sacan el tema, no sé el porqué de estos caprichos del fútbol de comprar y vender sólo en determinadas fechas. El fútbol, como se ve, sigue por encima del bien y del mal. Como este deporte y, aunque se vistan de seda sus anquilosadas instituciones, no se tome el tema en serio, está llamado a perder cuota de mercado (utilizo su neolenguaje). Los jóvenes lo ven como una cosa tremendamente lenta y demasiado pícara, o sea: llena de tramposos y ventajistas.
Me he ido del tema, a lo mejor es para dejar de hurgar en la herida y no querer afrontar la realidad tal como se nos ha endiablado en el último mes. No lo creo porque, tengo para mí, que el Alba está en una situación ideal para resurgir, pero no sólo para terminar el curso con bien, sino para demostrar que se puede y se debe luchar por algo que merece la pena.
No me creo que Rubén Albés y su gente estén faltos de ideas o soluciones, como tampoco creo que los que se visten por los pies enfundándose la zamarra blanca, vayan a bajar los brazos y se den por derrotados, teniendo en cuenta además que todavía queda un mundo para darle la vuelta a cualquier tortilla, por muchos huevos que se hayan echado a la sartén.
Sigo admirando la madurez y sensatez de la inmensa mayoría de la grada, porque a pesar de los golpes, sigue habiendo respeto y paciencia, no sé qué pasará si seguimos viéndola cuadrada, pero por el momento la afición está a la altura de las circunstancias.
Como ven, todos los parámetros están en perfecto estado de revista, no hay nada o muy poco por lo que perder los estribos, dejemos que fluya la energía porque tal y como está jugando el equipo, necesariamente las cosas tienen que mejorar.
Es improbable que la suerte nos persiga con saña mucho más tiempo, aunque si persiste en darnos la espalda, seguiremos queriendo a nuestro equipo.
¡Aúpa Alba!