Escrito por: Bienvenido Picazo
sábado, 10.02.2024
Ya no hay más cábalas que hacer, nos toca luchar por no descender y hay que asumirlo con naturalidad; nos lo barruntábamos desde antes de Navidad, pero no terminábamos de creerlo; pues bien, el momento ha llegado. Sin embargo, elproblema sigue siendo el mismo: el estado anímico, se luche por lo que se luche, el estado mental es tanto o más importante que el físico y como no se avizora ningún desastre sobre el césped, necesariamente tenemos que sospechar que la china en el zapato del Alba, aparte de que es un pedrusco, es psicológico. De lo contrario resulta difícilmente explicable cómo se nos van tantos partidos, los que empezamos encajando y los que se nos ponen de cara, eso obedece a falta de concentración y la falta de concentración, pues eso, volvemos al punto de partida: necesitamos un psicólogo.
Ya he dicho otras veces, en ocasiones similares, que no debe ser ningún desdoro para nuestro Alba, tener que jugarse siempre el destino batiéndose el cobre por los bajos fondos. La afición está algo cansada, pero sigue siendo eso “somos tu fiel afición”, que es donde se demuestran las fidelidades y las lealtades: en los malos momentos.
Nuestro equipo históricamente ha tenido pocos ratos de gloria, que, por cierto, bien que los disfrutamos, así pues, estar donde estamos no debe escandalizarnos. Hay soluciones, muchas soluciones, pero todas pasan, indefectiblemente, por creérnoslo, todos debemos creer en el proyecto, en el cuerpo técnico y en los jugadores.
Este Alba no es el de otras ocasiones, que no sabía a qué jugaba ni por dónde le venían los guantazos, el Alba de hoy sí que lo sabe, adolece de mala leche y de contundencia en determinados momentos, pero eso nos gusta, que los nuestros traten de jugar bien al fútbol.
Este deporte no conoce ni de méritos ni de elegancia, sólo de matemáticas y de picardía y, por descontado, de la buena suerte que al Alba le falta desde 1940, año arriba, año abajo. Como no tenemos padrinos en ninguna institución, cuando hay dudas, los flautistas siempre pitan en contra, incluso cuando no las hay, tampoco se cortan, o sea, que nada nuevo bajo el sol. Sólo contamos con nuestra autoestima y nuestro saber hacer, que, como podemos advertir, aquélla está muy tocada y éste lo hemos visto en multitud de ocasiones, salvo a la hora de meter la pelotica en la puerta contraria.
Sueño con el día que veamos ganar a los nuestros en un partido que no lo merezca, porque hasta ahora, todas las victorias han sido merecidas, y estamos hartos de ver ganar a equipos que se lo han encontrado caído del cielo. Al Alba le falta eso, tener un día de suerte, para ver la vida de otro color, porque eso de que siempre lo tengas que hacer bien y, aun así, no tener garantizado ni un mísero puntito, no deja de tener su punto de crueldad. Todo el mundo habla de lo bien que juega el Alba, pues ya ha llegado la hora de sacarle rendimiento al esfuerzo.
Mi único temor es que dejemos de creer, tanto abajo como arriba, si seguimos unidos y nuestra fe no se resquebraja, intuyo que habrá final feliz, pero si las dudas empiezan a corroernos, acabaremos tirando la toalla.
El José Zorrilla es un estadio tan propicio como cualquier otro, para salir de la depresión, además, ellos, a buen seguro, ya dan los tres puntos por ganados. Pongamos a prueba su soberbia.