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viernes, 08.03.2024
Reconozco sentir envidia. De Francia. Donde con un amplísimo consenso social y político se ha logrado blindar nada menos que constitucionalmente el derecho de las mujeres a abortar; un avance definitivo en la línea del marcado carácter feminista que la sociedad francesa ha expresado durante siglos en todas las ciencias y en todas las disciplinas. Grandes mujeres, como Simone de Beauvoir, contribuyeron definitivamente a construir la teoría feminista que hoy nos sirve de guía y que partió con su aportación a través de su obra El segundo sexo, una auténtica reacción a la idea de que las mujeres han sido históricamente consideradas como «el otro» en relación con los hombres, es decir, como un grupo subordinado en la estructura social.
Por supuesto, en nuestro país también hemos contado con destacados nombres de mujeres feministas a lo largo de la historia, pero lo que me causa una profunda tristeza es que, aún hoy, tengamos que luchar contra ciertos sectores ultra-conservadores que acosan a las mujeres a las puertas de las clínicas de interrupción del embarazo; y otros, menos ultras pero tan conservadores como aquellos, que niegan la violencia de género o que ponen en duda los importantes avances alcanzados en España gracias al esfuerzo de todas y de todos.
Pero no vamos a permitir que se rompan los consensos que tanto nos ha costado conseguir.
Por eso, en un momento en el que algunos intentan revertir los avances logrados en la lucha feminista, es más importante que nunca mantenernos firmes en la defensa de los derechos de las mujeres y en la promoción de una sociedad más justa e igualitaria. El camino hacia una democracia feminista es largo y lleno de desafíos, pero con el compromiso y la colaboración de todas y todos, podemos construir un futuro donde la igualdad de género sea una realidad palpable en Albacete y en todo el mundo.
Albacete, una provincia con una rica tradición rural, enfrenta desafíos particulares en cuanto a la igualdad de género. Los estereotipos tradicionales persisten en muchos aspectos de la vida cotidiana, dificultando el avance hacia una sociedad más igualitaria. Es en este contexto en el que la Diputación de Albacete ha impulsado el III Plan Estratégico de Igualdad, diseñado para abordar las desigualdades de género de manera efectiva y significativa.
Este plan no se limita a meras declaraciones, sino que se basa en acciones concretas y medidas específicas adaptadas a las necesidades y realidades locales, como la promoción de la educación en igualdad desde una edad temprana, la facilitación del acceso de las mujeres al mercado laboral, el combate a la violencia de género, la promoción de la participación política de las mujeres y la sensibilización y formación en materia de género.
Los y las socialistas entendemos que el feminismo es consustancial a la democracia. Es una llamada urgente a la acción, a la solidaridad y a la justicia. Y donde gobernamos, los socialistas estamos obligados, como partido feminista, a seguir impulsando los avances que consigan alcanzar una sociedad mejor y más equitativa.
Porque la igualdad no puede ser solo un discurso, debe traducirse en políticas concretas y en un cambio cultural profundo que ha de llegar a todos los rincones, a todos nuestros pueblos. Porque, en definitiva, la lucha por la igualdad de género no es solo una cuestión moral, es un imperativo democrático.