Escrito por: Rodrigo Quero
martes, 02.04.2024
El pasado encuentro entre el Albacete Balompié y la SD Huesca prometía ser un duelo de altos vuelos, ya que los aragoneses llegaban al Belmonte con una impresionante racha de imbatibilidad, dejando su portería a cero en ocho partidos consecutivos, la mejor racha defensiva en toda Europa. Por su parte, el Albacete tenía la difícil tarea de romper esta racha para lograr una victoria que les acercara a sumar tres puntos importantes en la lucha por la permanencia.
Y así fue como sucedió: el Albacete logró romper la imbatibilidad del Huesca, pero lamentablemente no fue suficiente para asegurar la victoria. A pesar de haber roto la racha defensiva del equipo aragonés, el Alba volvió a sufrir en defensa, encajando un gol a balón parado y sufriendo un error individual que les dejó en una situación complicada una vez más.
La frustración fue palpable entre los aficionados y el cuerpo técnico, ya que el equipo sigue mostrando debilidades en la retaguardia a pesar de su buen desempeño en fase ofensiva. Este patrón se ha repetido a lo largo de la temporada, y es algo que preocupa profundamente al nuevo entrenador, Alberto González, quien ha llegado al banquillo con la firme intención de mejorar la situación del equipo.
La paradoja es evidente: un equipo que logra romper la sólida defensa de un rival tan difícil como el Huesca, pero que luego sufre en defensa y se ve perjudicado por errores individuales. A pesar de la buena imagen mostrada por el equipo, una vez más no fue suficiente para sumar los tres puntos.