Escrito por: Rodrigo Quero
jueves, 23.05.2024
El «10» del Albacete Balompié, Manu Fuster, ha concedido una entrevista para los medios del club como motivo de su despedida. El atacante valenciano anunció el martes su marcha del Albacete tras 5 temporadas y ha hablado sobre su paso por el conjunto manchego. Estas han sido sus impresiones:
«Del Albacete Balompié había escuchado hablar porque vengo de una familia muy futbolera. Mi padre siempre ha visto todos los partidos de todas las categorías, y al final, es un club cercano a mi ciudad, al que en mi casa se le tenía aprecio. Cuando venía en categorías inferiores a jugar contra el Albacete, lo veía como un equipo grande.»
«La primera vez que escuché que había interés por mí, fue gracias a mi madre. Salió una noticia que le llegó a su teléfono, me llamó corriendo a las 8:00 de la mañana y me dijo que el Albacete había puesto sus ojos en mí. Ni siquiera lo sabía, así que llamé a mi representante y me confirmó que era verdad, aunque era el principio y todavía era pronto. Desde ese día, no dejé de seguir al Albacete.»
«Para nada, yo siempre pensé en debutar en Segunda División, en el fútbol profesional, con el Albacete. Creo que apostaron por mí de una manera que no hizo ningún otro equipo y demostraron que me querían de verdad. Quería agradecerles eso, porque no era fácil venir de un club humilde como el Guijuelo al fútbol profesional. El Albacete para mí era un histórico, un equipo muy grande, y venir aquí era un paso enorme. Ni en mis mejores sueños pensaba que iba a pasar todo esto.»
«Te podría decir miles de cosas. Aquí tengo la camiseta sin lavar porque es un recuerdo muy especial para mí. Es cuando se cumple el sueño y creo que el primer día es el inicio de todo lo que hemos vivido aquí, que ha sido un sueño que empezó de la mejor manera posible. En el primer balón, acabo derribado por un rival en el área, termina en penalti y gol. Ese día ganamos. Ese momento está en el top 3 de recuerdos con el Albacete porque fue muy especial. Llevaba buscando eso toda la vida y fue el fruto de muchos años de trabajo, tanto mío como de mi familia, que siempre ha estado detrás de mí.»
«Fue una temporada muy especial porque vivimos de todo. Tuve la suerte de estar en un grupo con jugadores como Néstor y Roman, con una gran carrera. Mi primer entrenador, Luis Miguel Ramis, me ayudó a mostrar mi mejor versión como debutante en la categoría. Luego, con Lucas Alcaraz, logramos una salvación en el último minuto. Él me dio la confianza y los partidos seguidos que necesitaba para dar mi mejor nivel.»
«Fueron momentos muy duros, tanto a nivel personal como de equipo. Estábamos en un buen momento antes del parón, pero luego no sabíamos si íbamos a volver a jugar. Formamos un gran grupo y nos apoyamos entre nosotros, haciendo de compañeros, hermanos y primos, ya que estábamos lejos de nuestras familias. Aunque mi nivel después del parón no fue tan bueno como antes, logramos cumplir el objetivo necesario para el club y los jugadores. Al final, todo lo que pasó esa temporada fue un enorme crecimiento.»
«Al final, cuando el club me dijo que me iba a entregar el número 8 y hacerme ficha de profesional, supe que era el paso definitivo. Me di cuenta de que había venido a Albacete para quedarme y ayudar al club a seguir creciendo. Ese paso fue bueno tanto para el club como para mí, confirmando que había llegado para ser importante.»
«Recuerdos borrosos hasta antes del pitido final. Era el primer partido en el que realmente sentí la presión de que nos jugábamos mucho, de que había muchas personas que no podían participar y que todo dependía de nosotros. Lo que recuerdo es que fue un precioso final y con eso me quedo.»
«Fue una temporada de crecimiento en todos los sentidos, tanto futbolístico como personal. Veníamos de la pandemia y aún no había una normalidad regularizada, lo cual fue difícil. Empezamos mal, hubo un cambio de entrenador y luego otro. Fueron muchos acontecimientos que no dependían de uno y, en lo deportivo, tampoco estaba siendo el mejor año. Sin embargo, fue el año que más aprendí y más me ayudó a crecer como futbolista. Sin esos años duros, no se es realmente consciente de dónde estás y lo que estás viviendo. Con eso me quedo de ese año.»
«Cuando las cosas van tan mal, uno piensa en todo, incluso en si no está rindiendo al mejor nivel. Tal vez lo mejor sería alejarse y dejar que otro jugador ocupe ese lugar, pero me vi con fuerzas. Al acabar esa temporada, creía en el proyecto que me habían contado, en volver al fútbol profesional, del cual nunca debimos haber salido. Durante el año, lo fui viendo día a día, y creo que eso es lo que me llevó a dar el paso definitivo para ser el Manu Fuster que soy hoy.»
«Tenía un sueño, ser futbolista profesional, y por un tiempo parecía que se me escapaba. Pero tuve la suerte de ganarme un lugar en el campo y volver a un sitio donde el club nunca debería haber salido. Me sentía culpable por ello, pero también tenía la oportunidad de demostrarlo, de tomar el número 10 que tanto me gustaba, de ser capitán de un club como este. Aquí tengo la camiseta, la que llevo con más cariño, porque si piensas en momentos épicos con la camiseta del Albacete, ninguno supera al de Riazor. Creo que ahí empezó el Albacete que vemos hoy en día, el que todos disfrutamos y queremos. Porque lo que vivimos ahora es lo mejor para el club, lo mejor para la ciudad. Albacete representa más que un equipo de fútbol.»
«El dicho «dar un paso hacia atrás para dar dos hacia adelante» parece idóneo para mi carrera. Fue el año en el que asumí roles importantes y logré números que me hicieron sentir un futbolista crucial. Necesitaba esa confianza en mí mismo, y aunque sabía que los entrenamientos eran una cosa, la competición era otra. Ese año, Rubén de la Barrera fue fundamental. No solo me ayudó como jugador, sino que también fue crucial para mi desarrollo mental, haciéndome creer realmente en mí mismo y en mi capacidad para ser mejor futbolista.»
«Esos son momentos que quedan grabados para siempre, que emocionan cada vez que se recuerdan. Como futbolista, es lo que sueñas desde el primer día: vivir momentos tan especiales que unan tanto al equipo con la afición. La final en Riazor, siendo el David contra Goliat, hizo que la afición se volcara aún más. Recuerdo salir a la calle con el ascenso conseguido en el autobús y ver cabezas y cabezas, porque no se veía prácticamente el suelo en todo el recorrido. Fue un momento muy especial. En el Ayuntamiento, cada jugador cogía el micrófono y expresaba lo que sentía, agradeciendo a la gente por estar ahí. Creo que eso representa lo que vivió el Albacete en ese momento y lo que sigue representando hoy en día.»
«Es una camiseta que guardo con muchos recuerdos, porque fue un momento que no esperábamos. Veníamos de subir a Segunda y sabemos lo complicada que es la categoría. Pero como he mencionado en muchas entrevistas, en Riazor se creó un aura que se mantuvo en el tiempo, gracias a Rubén Albés. En el vestuario siempre se dijo que teníamos equipo para cosas mayores, a pesar de que el mensaje oficial era que no veníamos de ascender. Albacete necesitaba estabilidad y ese era el mensaje que debíamos dar, pero él confiaba en nosotros para llegar mucho más lejos, y el tiempo le dio la razón.»
«Fue una eliminatoria que vivimos con mucha ilusión. Llegamos sin ser favoritos y sin la necesidad de otros equipos de subir. Luchamos por un sueño y por mucha gente. Desde el primer día, el equipo pensaba que podía, y en la primera media hora en el Belmonte lo demostramos. Perdemos el partido y vamos a Valencia contra el Levante con toda la ilusión, creyendo que podíamos porque habíamos sido el equipo que más goles había metido. Los partidos contra el Levante en casa daban optimismo.»
«En el partido, hacemos unos primeros 15 minutos muy buenos, pero la jugada antes del gol viene de una ocasión nuestra y el primer gol nos deja tocados. Lo que se vivió con nuestra afición fue increíble. Aunque estábamos eliminados, no dejaron de animarnos en ningún momento. Cantaron después del partido, orgullosos de sus jugadores. Es algo que no se me olvidará jamás y recuerdo la eliminatoria en Valencia contra el Levante como algo muy especial, a pesar de la eliminación.»
«Me costó porque creía que el equipo no lo merecía, que podía haber llegado mucho más lejos. Fueron circunstancias que no esperábamos y al final lo pasas mal. Hay mucha gente detrás de ese sueño que se desvive por ti y también soñaba con conseguirlo. Los primeros días estás en shock, no sabes qué ha pasado, pero al final la tristeza acaba llegando y las semanas después de esa eliminatoria fueron muy duras.»
«Está siendo una temporada muy difícil, pero bonita. La afición del Albacete ha demostrado que no solo está con el equipo cuando va bien; ellos han dado mucho más de lo que les hemos dado. Esa sería la clave de esta temporada. En lo personal, he hecho los mejores números de mi carrera, aunque no han servido para optar a lo que hicimos el año pasado. Sin embargo, me siento orgulloso por dejar al equipo cumpliendo el objetivo de mantenerse en Segunda, que es lo mínimo que merece. Esta temporada, después de lo mal que lo hemos pasado y conseguir el objetivo, será muy especial para mí.»
«Eso rondaba por mi cabeza todos los días. Sabía que no podía irme sin dejar al club en el fútbol profesional porque es muy importante. Mi familia, que siempre ha estado apoyándome, me decía: «Manuel, si pasa será el destino, no te sientas culpable». Pero yo me sentía mal; necesitaba que el equipo se salvase para poder irme con la conciencia tranquila, sabiendo que lo he dado todo por Albacete hasta el último día.»
«Muchas noches sin dormir y muchas conversaciones telefónicas con mis familiares, debatiendo sobre lo que sería lo mejor para mí. Lo más duro ha sido esas noches solo en la cama, pensando si estaba tomando la mejor decisión. Aquí soy querido, el club me valora, los compañeros me quieren, y todos los que han pasado por Albacete me han mostrado su cariño. No puedo estar más contento de haber pasado estos cinco años aquí porque, como he dicho, cada año ha sido muy especial para mí. Al final, llegué a Albacete para cumplir un sueño y me voy para cumplir otro, y no puedo irme más orgulloso de todo lo que he conseguido.»
«Lo he dicho muchas veces: este vestuario es diferente. La gente dentro de este vestuario es muy, muy especial. Mirándolos a cada uno de ellos, sabía que esto no podía acabar así. El día a día ha sido bonito, y quiero disfrutarlo hasta el último momento. Ya le he dicho a mi gente más cercana que lo estoy empezando a echar de menos y todavía no me he ido. Ha habido días y semanas de todo tipo, pero estas últimas, con la victoria, la verdad es que se ven mucho mejor.»
«Va a ser un día marcado en mi vida, no solo en lo deportivo, sino en mi vida personal. Toda la gente que me ha mostrado su cariño va a venir a verme, va a estar conmigo este día que, como he dicho, va a ser el más especial hasta el momento. Espero que sea una fiesta, porque hemos conseguido algo muy, muy difícil. Venimos de hacer historia hace muy poco con esos partidos seguidos ganados y creo que va a ser una fiesta continua del Albacete. Más allá de lo que se vea en el partido y a nivel individual, el Albacete es un sentimiento que se ha demostrado que es especial. Espero que sea un día de Albacete.»
«Felicidad, creo que no hay otro objetivo que me describa mejor que felicidad. Ha sido un crecimiento a nivel personal y futbolístico. Albacete ha sido el lugar donde más he madurado y aprendido a ser futbolista, lo cual es un paso muy difícil. Si ahora puedo ir a cumplir otro sueño, es gracias al Albacete Balompié.»
«El gol contra el Racing Santander después de tanto tiempo sin ganar fue un momento muy especial para mí. Durante esa semana, ya comenzaban a surgir rumores en Albacete, y al final, nadie quiere escuchar eso. Meter ese gol significaba mucho porque era el primer paso para alcanzar el objetivo. Fue un día en el que sentí una emoción abrumadora. Normalmente tengo una celebración preparada, pero en ese momento, no pude hacer otra cosa más que tirarme al suelo. Fue uno de los días más felices para mí, porque siento que he dado todo por Albacete y que merecía un final como ese.»
«El último partido aquí contra el Eibar fue realmente especial para mí. Fue un encuentro muy bueno y lo recuerdo muy claramente. Sabíamos que necesitábamos esa victoria y lograrla fue realmente gratificante. Es uno de esos partidos que atesoro en mi memoria.»
«Creo que esta temporada ha sido la más difícil, especialmente a nivel personal y grupal. No la demuestras si no lo consigues, no llegas a tener esa personalidad. En el ascenso, éramos un equipo preparado para ascender, con grandes nombres, y ese era el objetivo. Estoy orgulloso de volver al equipo donde merecía estar, pero esta temporada ha sido un reto constante.»
«Estoy muy orgulloso de cada uno de los partidos que he jugado con Albacete. Llegar a 195 y pasar del número 16 al 15 sería muy especial. En cinco años, no ha habido lesiones ni circunstancias que me impidieran jugar. Es más que solo temporadas; es todo lo vivido durante este tiempo y esos 195 partidos que espero jugar con Albacete Balompié.»
«Representar este escudo y llevar este brazalete significa una responsabilidad enorme. Es más que un símbolo; representa a todos los compañeros que luchan cada día detrás de este escudo, dentro y fuera del campo. Ser la cara visible de tantas personas es un honor, y he intentado darlo todo para demostrar lo que Albacete y su gente me han transmitido. Ha sido una experiencia muy especial para mí.»
«Que disfrutes este momento tanto como yo lo he disfrutado. Me habrían llamado loco si hubiera imaginado que estaría aquí hoy, grabando este video y llevando este brazalete. Ni en mis mejores sueños habría pensado que llegaría a este punto, pero sabía que el camino sería especial para mí.»
