La fe y las incógnitas (Opinión)

Escrito por: 5 más el descuento

sábado, 20.07.2024

Tras el merecido, analizado y celebrado triunfo del fútbol de la selección española y de Luis de la Fuente en la Eurocopa (y con homenaje implícito a otro Luis, Aragonés, por aquello de “el fútbol es ganar, ganar y ganar” –sobre todo en las finales-), podemos intentar compararlo con la nueva plantilla del Albacete Balompié.

De la Fuente, hombre de fe, tenía mucha confianza en sus hombres (más que nadie, obviamente, pero no se necesita solo eso) y, como la fe mueve montañas (a veces), consiguió llegar a la cima de la final de la Eurocopa y ganarla, ganarla con unos jugadores que han conquistado Europa y sin la racanería de Deschamps o Southgate, lo que posiblemente benefició también a España. La fe de De la Fuente y la actuación de sus jugadores despejaron las incógnitas que se tenían antes de su participación en la Eurocopa en la que no eran favoritos para ganarla (aunque hubieran ganado la no oficial Nations League anterior), después de los traspiés sucesivos de nuestra selección desde 2014 hasta 2021.

Y en esas estamos ahora (en la fe y las incógnitas)  con nuestro Albacete Balompié, a un mes de que empiece la Liga. Hay que tener fe en Alberto y en el equipo que están confeccionado Toché y sus ayudantes, que es una incógnita hasta que empiece a rodar el balón, y no ya en los amistosos sino en la competición liguera. Parece que se han cubierto aceptablemente –y con tiempo para que Alberto pueda hacer el engranaje- los huecos principales que había (centrales con experiencia en la categoría, centrocampistas jóvenes, un extremo como Morcillo –faltaría otro-)… La mayor incógnita creemos que está en la portería, pero a ver si nos sorprenden favorablemente, y en si pudiera venir algún media punta que si no resultara “otro Fuster” pudiera ocupar más o menos su posición, posición de ataque en la que sobran varios jugadores a los que se intentará buscar acomodo fuera de Albacete.

Y muy importante sería también que recuperaran la cantera –o las categorías inferiores-, de la que pudiera salir alguien con posibilidades de subir al primer equipo, ya que hay que hacer de la necesidad, virtud (como en tantos equipos) para evitar traer de fuera jugadores que no aportan nada más que quebraderos de cabeza por no saber dónde colocarlos una vez que se comprueba que no dan el nivel para 2ª y compensar por ahí la falta de músculo financiero. ¡Aúpa, Alba! La selección marca el camino de la fe y las incógnitas.

SILVIO TÉBAR HERAS