Debut en casa contra un rival de los de toda la vida (Opinión)

Escrito por: Bienvenido Picazo

sábado, 24.08.2024

Se presenta en el Belmonte uno de los gallitos de la categoría, aunque esto es una frase tan tópica que me da cierto reparo no borrarla, ya que, según mis cábalas, hay como unos veintidós equipos con posibilidades de volar alto. En apenas una jornada ya hemos tenido ocasión de comprobar de qué va esto, que no es otra cosa sino lo mismo de siempre en Segunda.

He leído alguna bobada esta semana a propósito de si el Albacete Balompié podría pelear por el ascenso y alguna otra lindeza de este estilo; sigo sin entender el porqué de que aquí sigamos cayendo en los mismos errores de exceso de optimismo, sobre todo cuando es tan infundado. La visita de nuestros hermanos franjiverdes es una buena ocasión para ponernos en nuestro sitio, ya que los ilicitanos no han empezado bien, pero todos sabemos que es un equipo llamado a pelear por el ascenso.

También se ha hablado mucho de la victoria en Los Cármenes y de si el equipo está para muchos o pocos trotes, honestamente veo a los nuestros en modo grupo y remando en la misma dirección, a estas alturas, con esto, debemos darnos por satisfechos más allá de los resultados. Si ganamos, bien, pero lo importante es tener un plan y con el entrenador que dirige nuestro banquillo, no creo que tengamos muchos motivos para ponernos nerviosos. Un tipo que lo llaman para sacar unas castañas del fuego sin guantes, niignífugos ni de los otros, que da el paso, saca matrícula de honor y sigue como si tal cosa, pues a mí me gusta. Es una grosera obviedad recordar que vamos a perder un día de estos, pero con Alberto González al timón, no hay riesgo de naufragio, por eso hablar de ascensos a estas alturas, en el mejor de los casos, me parece una frívola temeridad.

Siempre que se gana, las semanas trascurren suaves y agradables y esta no iba a ser menos, fichajes con aire de acierto asegurado, videomarcador en lontananza (¡cuan largo me lo fiais!, y ¡qué paciente es el aficionado albacetista!), sonrisas, Feria a la vuelta de la esquina y casi once mil orates en pos de un sueño, ¿no es esto la felicidad?

Sé que a nadie le importa, pero yo, desde ya, firmo la permanencia, por el momento no quiero fantasías, quiero cincuenta puntos y quedarnos donde estamos, ya que no tengo la certeza de que pudiésemos asumir un éxito sobrevenido y no lo digo tanto por nosotros, sino por cómo está montado todo este tinglado del fútbol profesional, en Segunda, más o menos, todos somos iguales, pero en el piso de arriba, las desigualdades son tan sangrantes, que pretender vivir por encima de nuestras posibilidades, podría suponernos un extravío de proporciones bíblicas. Me gustaría que el Alba se instalase en Segunda y, mientras no se demuestre lo contrario, tanta inestabilidad y tanto subir y bajar, no son buenas señales. Me gustaría saber que sí, que todo está controlado, pero si dependemos de la pelotita y nada más que de eso, no podemos ni debemos jugar con las cosas de comer.

Esto no ha sido más que un delirio de abuelo Cebolleta, sin embargo, estoy seguro de que los viejos del lugar, saber a lo que me refiero, pero por nada del mundo quiero amargar a nadie con mis reflexiones, suponiendo que lo sean.

Si ganamos al Elche CF, se me quita la tontería y descorcho una botella de buen vino de la Manchuela o de la Ribera del Júcar.