El balón parado defensivo, el único punto negro en el debut del Albacete en Granada

El Albacete logró una victoria importante en su debut liguero contra el Granada, llevándose los tres puntos de uno de los estadios más difíciles de la categoría, el Nuevo Los Cármenes. Sin embargo, a pesar del resultado positivo y del buen rendimiento general del equipo, hubo un aspecto del juego que dejó algunas dudas: el balón parado defensivo.

A lo largo del partido, el Albacete demostró un gran nivel competitivo, especialmente en la segunda mitad, donde tuvieron que resistir la presión constante del Granada. Sin embargo, en las jugadas a balón parado, el equipo mostró cierta fragilidad. El gol del Granada llegó tras una falta cerca del córner, en la que Miguel Rubio se impuso a su marca y cabeceó al fondo de la red. Más adelante, en el segundo periodo, el mismo Miguel Rubio anotó otro gol de cabeza en una jugada posterior al córner, aunque este fue anulado por fuera de juego.

El Albacete, liderado por un sólido Jon García en defensa, se mostró sólido en el juego aéreo durante los centros laterales, pero en las jugadas a balón parado el Granada generó varias ocasiones peligrosas. A pesar de estas dificultades defensivas, el equipo también mostró su trabajo en las jugadas a balón parado ofensivas, anotando su primer gol gracias a un saque de banda largo que Higinio peinó para Jon Morcillo.

Aunque el equipo tiene margen de mejora en este aspecto, lo cierto es que lograron un resultado valioso en un campo complicado. Alberto González seguramente tomará nota de las debilidades mostradas en estas situaciones para seguir puliendo detalles y fortalecer al equipo de cara a los próximos encuentros.