Escrito por: Hugo Piña
sábado, 10.08.2024
Ante el imprevisto de la lesión de Diego González en la primera parte, Alberto tuvo que improvisar una defensa de circunstancias: Jon García, Rai Marchan, Juan Antonio Ros y Antonio Pacheco ocuparon en la noche de ayer el eje de la defensa del Albacete Balompié.
Y claro está, las dudas que dejaron defensivamente fueron muchas. Tal cantidad de comentarios generó la lesión de Diego González que sus consecuencias deportivas son -ahora mismo- imprevisibles. El gaditano tendrá que someterse a diferentes pruebas médicas que indiquen el alcance real de una posible, por ahora, lesión de rodilla. Diego intentó seguir en el verde pero el dolor y las sensaciones obligaron al de Chiclana de la Frontera a dejar el terreno de juego en el último amistoso de pretemporada.
Entre tanto, Alberto González tuvo que improvisar una defensa en la que los asistentes anoche al encuentro veraniego no conseguían dar mucho crédito. Primero, Jon García tuvo de pareja a Raí Marchan; y después Juan Antonio Ros ejerció de central acompañado por Antonio Pacheco. Las caras de los aficionados albacetistas era un poema.
La situación en zona defensiva es muy preocupante. No ya por el simple hecho de que Diego González haya caído lesionado, si no porque la defensa en su eje está cogida literalmente con pinzas. Dos centrales naturales y tres recambios como Ros, Marchan y Pacheco. También estaría la opción de Javi Villar llegados al caso para ocupar una demarcación tan crucial.
Por ahora, y salvo gravedad en la lesión de Diego González, en la dirección deportiva del Albacete no tienen previsto apuntalar su centro de la defensa con un recurso más. Económicamente quedan por salir Dani Escriche y Bolívar, y la realidad monetaria obligaría a buscar efectivos en ataque. Eso sí, preocupan las sensaciones de Diego y en el Club están alerta.